De origen taiwanés, Hou Hsiao Hsien representa la nueva ola
de cineastas llegado desde oriente, con Zhan Yimou a la cabeza, y con valores
tan importantes como los japoneses Takashi Miike y Takeshi Kitano, el coreano
Kim Ki Duk o el cineasta de Hong Kong Wong Kar Wai.
Gran amante del palno secuencia, sus trabajos comienzan ya
en la década de los ochenta con filmes como “Los chicos de Fengkuei” (1983) o
“Un verano con el abuelo” (1984). De todos modos no es hasta mediada la década
cuando alcanza su primer gran éxito con “Tiempo de vivir, tiempo de morir” (1985), donde relata de una forma pulcra las etapas de la infancia y la
adolescencia.
El cineasta cierra la década de los ochenta, una de las más
fructíferas de sus carrera hasta el momento con “Ciudad doliente” (1987)
extensa cinta ambientada inmediatamente después de la dura represión china de
mediados del siglo pasado y con la que abre una especie de trilogía particular sobre
la historia de Taiwán.
Los noventa se abren con la que es hasta la actualidad una de sus
obras más reconocidas “El maestro de marionetas” (1993), película retrospectiva
que sirve para continuar su especial simbiosis con Taiwán.
Finalmente dos años más tarde, en 1995, con “Hombres buenos, mujeres buenas”, cierra esta característica trilogía sobre la ciudad que lo vio
afianzarse como director a través de las vivencias de una joven actriz
taiwanesa que se ve acosada ante su inesperado y rotundo éxito.
En “Adiós, sur adiós” (1996) da rienda suela a su
creatividad, dejando de lado al argumento une de una manera un tanto aleatoria
excelentes planos secuencia para desarrollar la historia de un grupo de jóvenes
delincuentes, de la década de los noventa es también “Flores de Shangai” (1998), película histórica que se centra en las relaciones entre las
prostitutas y sus afamados clientes en el Shangai de finales del siglo XIX.
“Millenium Mambo” (2001) supone su apertura al nuevo siglo
recién estrenado. Una impactante historia urbana a través de un trío amoroso
que nos muestra un Shangai caótico y bullicioso.
En el centenario del nacimiento de Yasujiru Ozu, uno de los
autores orientales, y por ende japoneses más reconocidos y exitosos, Hsiao Hsien
decide rendirle su particular homenaje con “Café Lumiere” (2004), poético
drama con continuos guiños y alusiones a la obra del genial director.
Sus siguientes y últimas obras (a la espera del estreno en
España de “Assasin”) son continuos experimentos, intrahistorias urbanas que nos
reflejan la sociedad a través de al
relación entre las personas. Obras como “Tiempos de amor, juventud y libertad” (2005), historia que relata tres épocas diferentes en la vida de una pareja y
que abarca desde 1966 hasta 2005 y “El vuelo del globo rojo” (2007) filme de
nacionalidad francesa que se centra en las relaciones de una niñera taiwanesa y
un niño francés demasiado acostumbrado a la soledad en la que juega un papel
importante un mágico globo rojo.
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