Para muchos la ciudad de la luz, la ciudad del amor, la
ciudad bohemia, la ciudad de los pintores… para nosotros simplemente París es
cine, y es que aquí es donde nace el cine hace ya más de cien años de mano de
los hermanos Lumière que exhiben su primera película en un pequeño bajo del
Boulevard des Capuchines para un pequeño grupo escogido de personas que
entrarían en la historia por ser los primeros en ver imágenes en movimiento y
maravillarse y a la vez asustarse con la famosa “Llegada del tren a la estación de la ciudad”.
París al igual que las otras grandes capitales mundiales es
un gran decorado cinematográfico que diariamente se va retroalimentando con más
y más vivencias, así nos muestra orgullosa su torre Eiffel coronando el cielo
parisino, su bohemio barrio de Montmartre en donde poder hacer una incursión a
finales del XIX y principios del XX, sus largos y rectilíneos campos Elíseos,
quizá el museo más famoso del mundo trama de grandes bestsellers, las riveras
del Sena, su catedral gótica de Nuestra Señora que nos hace evocar el cien a
través de sus gárgolas y la obra de Víctor Hugo, la lujosa Place Vendome y sus
boutiques de alta costura y desorbitados precios…y así nos podríamos pasar
enumerando hasta la extenuación, puesto que París es cine, y lo bueno del cine
es que a parte de enumerar nos deja observar tanta belleza engarzada a
inverosímiles historias que continuación pasamos a repasar.
Los grandes autores como Víctor Hugo o Alexandre Dumas
dejaron plasmado el París y la sociedad francesa de su época en muchos casos el
cine no ha hecho más que recoger esos estupendos “guiones”, reproduciendo el
París medieval en “El jorobado de Notre Dame” de Disney (basada en “Nuestra
señora de París de Víctor Hugo), el París revolucionario en “La reina Margot” de Alexandre Dumas o el París del siglo XIX a través de la épica y conocida
historia de Jean Valjean en “Los miserables”.
Otro Paris perfectamente retratado es el París de los
pintores, ese París bohemio que bullía en torno a la basílica del Sacre Coeur
en el pintoresco y encantador barrio de Montmartre con sus recoletas plazas,
rincones con encanto, pequeños cafés, rebuscadas tiendas y sus famosos clubs de
variedades tan bien retratados por John Huston y Baz Luhrmann en sus respectuivas versiones de “Moulin rouge”, el
club por excelencia entre los clubs de Montmartre.
En un Montmartre más moderno discurrían las aventuras de una
pequeña heroína dedicada a endulzar con pequeñas sorpresas la anodina y
descafeinada vida de todo aquel que la rodeaba y que respondía al nombre de
“Amelie” y en el que Woody Allen fijaba su particular túnel del tiempo,
trasladando a Owen Wilson desde un lúgubre callejón al Paris de los Picasso,
Modigliani o Hemingway en "Midnight in Paris".
La famosa y fotogénica riviera del Sena que cruza París,
aglutinando alrededor suyo la gran mayoría de monumentos de la ciudad de la
luz, también es el objetivo de las cámaras de muchas películas así podemos ver
a Audrey Hepburn y a Cary Grant surcando sus aguas en un divertido y romántico
bateau mouche em “Charada” o a un sinfín de estrellas del cine norteamericano
como Julia Roberts, Natalie Portman, Edward Norton o Drew Barrymore con
conflictos amorosos bajo la batuta de Woody Allen y sin apenas despegarse de
la famosa riviera en “Todos dicen I love you”.
El Louvre, el que quizá sea el museo más famoso del mundo
también cobra relevancia cinematográfica en películas como “El código Da Vinci”
en la que quizá sea considerado incluso un personaje más dentro de la
intrincada trama basada en el éxito mundial a cargo de Dan Brown e interpretado
en el cine por Tom Hanks y Audrey Tatoo o en la curiosa escena de “Banda aparte” en la que los protagonistas parecen intentar batir un record guinness al
recorrer la totalidad del conjunto en poco mas de nueve minutos, el qua haya
estado por aquellos lares podrá comprobar la dificultad de tan magna proeza.
El cine de animación también utiliza París como recurso a la
hora de narrar su historias, a la ya mencionada “El jorobado de Notre Dame” hay
que añadir la alegre “Ratatouille”, en donde una pequeña y experta rata se
decide a ayudar a pobre cocinero fin de que se convierta en uno de los más
afamados chefs culinarios de la ciudad y la más reciente creación de Scorsese,
un precioso relato del París de principios de siglo XX relatado a través de la
vivencias de un pequeño y curioso huérfano llamado Hugo en la exitosa “La invención de Hugo”
París es ideal para evocar al romanticismo como bien lo
saben Julie Delpy y Ethan Hawke, que rememoran viejos amores en “Antes del atardecer”, mientras pasean por la ciudad. Ciudad que también pude ser vista
desdes un punto de vista más frenético como en “Ronin”, en donde sus
protagonistas llevan a cabo peligrosas y elaboradas persecuciones en coche
tanto por pequeñas calles parisinas como por sus grandes avenidas y bulevares.
Hasta los más grandes se pasaron alguna vez por esta mágica
ciudad: Marlon Brando provocó al mundo con la polémica “El último tango en París”, Audrey Hepburn repite estadía con “Encuentro en París”, esta vez junto
a William Holden, Bertolucci nos enseña a seducir con “Soñadores”, vivencias
alocadas de juventud, ambientadas en el París liberal de finales de los sesenta
Podríamos seguir citando y citando películas que en mayor o
menor forma retrates una de las ciudades más bellas del planeta pero me parece
justo cerrar el post con una película destinada a rendir un completo homenaje a
la ciudad, hecha por y para Paris gracias la unión del talento de varios
directores y actores famosos que se unen para dar forma al proyecto “Paris je t´aime” y es que todos aquellos que paseamos por París no podemos afirmar otra
cosa que: París: te quiero.
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