miércoles, 27 de febrero de 2013

Bárbara Stanwyck




Hoy nos hacemos cargo de la filmografía de una de las actrices más infravaloradas de Hollywood. Con una longeva carrera a sus espaldas y con su participación en muchas de las obras clave del séptimo arte no fue hasta muy tarde, con su ocaso ya cercano, cuando Hollywood se acuerda de Bárbara Stanwyck, en forma de Oscar honorífico, atrás quedaban cuatro nominaciones fallidas en otros inolvidables personajes e importantísimos trabajos con afamados  y dispares directores como Frank Capra, Billy Wilder o Fritz Lang.

Su carrera comenzó con el cine sonoro. Los años veinte dejaban atrás la miseria de la primera guerra mundial para cerrar el ciclo con el gran varapalo del crack bursátil del 29. Este era el Hollywood en el que una joven Bárbara pretendía hacer su carrera como actriz. Los comienzo como siempre fueron difíciles y tan solo su buen trabajo y esa pizca de suerte necesaria provocaron que su sueño acabase en el olvido.

El gran impulsor de su carrera no fue otro que Frank Capra, que cuando la joven Bárbara era apenas conocida en Hollywood el supo ver su potencial y la convirtió en protagonista de muchas de su primeras obras. Hablamos de “Mujeres ligeras” (1930), “La mujer milagro” (1931), “Amor prohibido” (1932) y sobre todo la más reconocida “La amargura del Capitan Yen”(1933).


Sus primeros papeles de relevancia llegan en los años treinta con “Baby face” (1933), un temprano western de John Ford como “El arado y las estrellas” (1936) y sobre todo “Stella Dallas” (1937) su primer gran papel en un personaje que quedará para la historia y que le supone su primera nominación al Oscar.


Los años cuarenta comienzan fuerte primero con su recientemente estrenado matrimonio con uno de los galanes más cotizados de Hollywood como lo era Robert Taylor y además Bárbara Stanwyck comienza a firmar títulos imperecederos como “Las tres noches de Eva”, en donde intenta por todos lo medios estafar a un inocente Henry Fonda u otro de los títulos clave no solo en su carrera sino en la historia del cine. Una obra maestra de Howard Hawks titulada “Bola de fuego”, por la que otra vez es nominada como menor actriz.


Pos si fuera poco Capra se cruza de nuevo en su camino y el resultado es una de las obras más reconocidas del genial director y uno del los punto álgidos en la carrera de Bárbara Stanwyck. La cinta en cuestión, “Juan nadie”, la empareja con Gary Cooper, un don nadie que gracias a la tesón de Bárbara como periodista ve encauzada su vida al éxito y a la fama.


Marquemos un año, 1944, como el gran momento de Bárbara Stanwyck en el mundo del cine, peso a sus grandes éxitos y a su longeva carrera ningún título le hace tanto merecimiento como la gran obra maestra de Blly Wilder dentro del cine negro. En “Perdición” Bárbara Stanwyck está totalmente arrebatadora y tan solo una excepcional interpretación como la de Ingrid Bergman en “Luz que agoniza” la privaría de un Oscar más que merecido.


El tremendo éxito de la cinta la convierte en una cara muy reconocible de cine negro, sabedora de ello se entrega a proyectos interesantes, aunque ninguno a la altura de su genial predecesora. Así se suceden títulos como “El extraño amor de Martha Ivers” (1946), "Las dos señoras Carroll” (1947), junto a un icono del cine negro como Humphrey Bogart, o “Voces de muerte” (1948), lo que le supone una nueva nominación a mejor actriz principal.


La década de los cincuenta denota una falta de lustro en su exitosa carrera. Se versatilizó en cuento a géneros rodando western como “Las furias” (1950), melodramas al estilo Douglas Sirk en Su gran deseo” (1953) y “Siempre hay un mañana” (1956), sin embargo su título más importante de la década, que recordemos es muchos más floja que su predecesoras, es otra cinta de cine negro esta vez de mano de Fritz Lang y su clásico “Encuentro en la noche” (1954).


En vista de que su éxito comenzaba a decaer y los años a pesar, Bárbara Stanwyck arriesga y se involucra en un proyecto novedoso para ella: un show destinado a la recientemente estrenada televisión, que a pasos agigantados comía terreno a la gran pantalla como principal instrumento de entretenimiento de las aburridas masas. Se trata de un show de 36 capítulos presentado y protagonizado por ella como una especie de antología dramática.


Se ve que la experiencia la gusta a bárbara puesto que a raíz de la fecha y pese a esporádicas incursiones en la gran pantalla en los años sesenta (acompañando incluso a Elvis) su fama debe a su aportación a la pequeña pantalla con apariciones en serie míticas como “Los colby” o “El pájaro espino”.


Tras esta nueva etapa y ya mayor y cansada Bárbara Stanwyck se retira de la vida pública. Falleciendo a unos respetables 82 años en su casa de Santa Mónica debido a problemas coronarios.

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