viernes, 25 de noviembre de 2011

Cine de capa y espada


Pese a no ser un género propiamente dicho, quedándose a medio camino entre el cine épico y el de aventuras, El cine de capa y espada (o espadachines) ha sido uno de los que más ha conseguido entretener a lo largo de los años. Recordadas son las sesiones dobles en donde grandes héroes como Errol Flynn, Douglas Fairbanks o Stewart Granger, se granjeaban el amor de lindas damiselas mientras se libraban de los villanos a base de estocadas.

El cine de capa y espada es un cine de camaradería, familiar, de domingo a la tarde… que se ha ido estancando hasta casi desaparecer, salvo escasas aportaciones o remakes mucho más cercanos al cine de acción que otra cosa. Una pena por lo tanto que se convierte en reivindicación. Muchos somos los que vemos una gran carencia de ideas en el cine actual, y pese a saber que la mayoría de las veces que los grandes estudios echan la “vista atrás” es un síntoma inequívoco de fracaso, nos puede esa vena romántica de poder volver a ver ese cine de aventuras y valores con esos héroes tan en las antípodas de los actuales, que hormonados hasta las cejas, se pasan la mayor parte del metraje o bien por los aires o bien destrozando la mayor parte del decorado para mayor enjundia de los amantes de este cine de adrenalina.

Volviendo de los cerros de Úbeda centrémonos en la parte que nos toca que no es otra que nuestros espadachines. Una lista que gustará más o menos y en donde no se incluyen piratas, corsarios ni demás “fauna” marina, pues bien merece un post aparte.

El zorro

A la mayoría de nosotros se nos viene a la cabeza el misterioso Antonio Banderas en las dos películas de cuestionable calidad de Martin Campbell (1998 y 2005), sin embargo el gran zorro cinematrográfico fue también el primero de ellos: el gran Douglas Fairbanks que se ponía por primera vez el negro antifaz de este solitario héroe en 1920 a las ordenes de Fred Niblo en “La marca del zorro”, éxito que repetiría con “El hijo del Zorro” (1925).

El otro enmascarado famoso fue Tyrone Power que se puso en la piel del Zorro en los 40 con la exitosa “El signo del Zorro”. Series, sseries animadas, comics, seriales, películas de serie B, múltiples versiones de todas las nacionalidades imaginables hasta curiosidades como “Las eróticas aventuras del Zorro” (1972), incontables aportaciones basadas en este héroe de negro que combatía por la árida California del siglo XIX.


Robin Hood

Figura universal donde las haya. Quizá el ladrón más famoso de todos los tiempos. ¿Leyenda o realidad?. Solo si los frondosos bosques de Sherwood hablasen nos podrían relatar fidedignamente la mítica historia del utópico ladrón de los ricos y benefactor de los pobres en la Inglaterra de Ricardo “Corazón de León”.

Muchos actores encarnaron a este justiciero desde su primera aparición en 1909, pero quizá en más reconocido sea Errol Flynn que lo encarnó en 1938 en “Robín de los bosques” de Michael Curtiz. Anteriormente también Douglas Fairbanks lo había interpretado con acierto en la época muda a las órdenes de Allan Dwan en “Robin de los bosques” (1920). Imperdible es la historia de “Robin y Marian” (1976) de Richard Lester en donde un Robin Hood (Sean Connery) ya de vuelta de las cruzadas, veinte años después de sus aventuras vuelve a refugiarse de los brazos de su Lady Marian (Audrey Hepburn).

El último en empuñar arco y espada ha sido el australiano Russell Crowe en “Robin Hood” de Ridley Scott (2010). En el camino quedan reconocidas películas como la interpretada por Kevin Costner en el 91 (“Robin Hood, el príncipe de los ladrones”), incursiones animadas en la Disney (“Robin Hood” 1971) o distintas series y seriales.

  
D´Artagnan (y los tres mosqueteros)

La pluma de Dumas (basándose en las desconocidas, hasta entonces, “Memorias de M. D´Artagnan”) nos lega una de las figuras más universales del toda la literatura, hecho que no pasa desapercibido para el cine puesto que ya se encuentra su primera de las muchas adaptaciones de este clásico allá por 1912. El primer D´Artagnan de renombre para no perder la costumbre fue Douglas Fairbanks en “Los tres mosqueteros” (1923) y “La máscara de hierro” (1929). Ya con el sonoro lo identificamos con Don Ameche (“Los tres mosqueteros” [1939]), Cornel Wilde (que le dio vida en 1952 y 1979) o Gabriel Byrne (quizá en su versión más conocida “El hombre de la máscara de hierro” de Randall Wallace [1998]). Otros muchos han sido los que han pasado por la piel de este francés universal: bailarines como Gene Kelly (“Los tres mosqueteros de George Sidney [1948]), graciosos como Mario MorenoCantinflas” (“Los tres mosqueteros” Miguel Delgado [1942]), animados (como la inolvidable serie de los 80 “Dartacán y los tres mosqueperros”), interpretado por el mismísimo Sherlock Holmes ( Jeremy Brett el Holmes más famoso, con permiso de Basil Rathbone, también le dio vida en los 60 para una serie británica) hasta llegar al jovencísimo Logan Lerman (en la reciente “Los tres mosqueteros” de Paul W.S.Anderson revisionada en 2011 en 3D).


Cyrano de Bergerac

La obra de teatro basada en la vida del poeta francés Cyrano de Bergerac también conlleva conocidas adaptaciones al mundo del cine de capa y espada. La primera ya en 1900. Aunque los dos Cyranos más conocidos son José Ferrer interpretación por la que obtuvo el Oscar a mejor actor en los cincuenta y sobre todo (por más conocido para el gran público) Gerard Depardieu en los 90 con las películas “Cyrano de Bergerac” de Michael Gordon (1950) y “Cyrano de Bergerac” de Jean-Paul Rapennau (1990)
respectivamente.

  
Otros

La lista se nos antojaría interminable, pero abreviando encontramos más figuras dentro del cine de capa y espada de gran calibre litarario como:

Scaramouche de Rafael Sabatini, que cuenta entre sus mejores versiones cinematográficas con “Scaramouche” de Rex Ingram (1923)  y “Scaramouche” de George Sydney (1952) con Stewart Granger.

El príncipe y el mendigo la famosa novela de Mark Twain cuenta con dos versiones salientables: la de 1937 dirigida por William Keighley e interpretada por Errol Flynn y la de 1977 de Richard Fleischer.

El prisionero de Zenda (novela de Anthony Hope) cuenta con numerosas películas y series en torno al personaje, destacando la versión de 1937 de John Cromwell y la de 1952 de Richard Thorpe, con Stewart Granger. Basada en el personaje también tenemos la alocada “El estrafalario prisionero de Zenda” de Richard Quine (1979) interpretada por el histriónico Peter Sellers.

Pimpinela escarlata: Esta serie de novelas de la baronesa Orczy también tuvieron muy buena acogida en el cine resultando su primera versión sonora (Harold Young 1935) la de más renombre.

                    E.Flynn ("El Principe y el mendigo")                Stewart Granger como Scaramouche

Héroes patrios

Si a alguien le tenemos que agradecer este apartado es Arturo Pérez Reverte y es que sus novelas como “El maestro de esgrima” o la serie de “Alatriste” (que estos días estrena séptima entrega) han sido el caldo de cultivo para nuestras propias versiones cinematográficas de capa y espada. Bien que son muchos más recientes que el resto de ellas, pero su temática y hechura nada tiene que envidiar al resto de predecesoras. 

La primera versión la hizo Pedro Olea al comienzo de los 90 con “El maestro de esgrima” y seguro que todos recordamos a Viggo Mortensen (recién salido de la trilogía del señor de los anillos que tanta fama le dio) interpretando sobriamente y al aldo de un gran reparto a “Alatriste” de Agustín Díaz Yanes que no escatimó en gastos ni medios allá por el 2006 para adaptar las cinco primeras historias de tan magno capitán.

Cabe mención también el reciente fenómeno televisivo “Águila roja” de una calidad inferior, pero intratable ante los datos de audiencia que tanto mandan hoy en día y que recientemente, debido a ese rotundo éxito, llegó también a las pantallas de cine de las manos de José Ramón Ayerra



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