miércoles, 31 de octubre de 2012

El cine que viene: Los miserables

Pronto muy pronto llegará a las pantallas una nueva versión de una de las obras más conocidas de Victor Hugo "Los miserables". Lo especial de este nuevo estreno no es su excelente reparto encabezado por Hugh Jackman y Rusell Crowe en los papeles masculinos y las jóvenes Anne Hatheway y Amanda Seyfried secundando a Helena Bonham Carter en los femeninos, sino por que ya pasara años atrás con "Mamma mia" es una adaptación del musical que tantos años lleva causando furor en los teatros más prestigiosos de todo el mundo lo que lo hace quizá más apetecible y particular, asi que todos los amantes del género tenemos una cita dentro de poco tiempo con esta nueva y esperada versión de una de las obras capitales de la literaturta mundial.


Estreno en España en diciembre de 2012

lunes, 29 de octubre de 2012

Gregory Peck



Hablar de Gregory Peck es hablar de un actor de Hollywood clásico especialmente apreciado por compañeros y público. Peck es ese hombre tímido, pero de carácter férreo, todo un luchador de clases que siempre sabe defender al más necesitado con aplomo, muchos de sus papeles así lo corroboraron convirtiéndolo no solo en uno de los actores con una carrera más longeva sino en uno de los más queridos por el gran público, un persona noble, sin escándalos privados, sabedor de su trabajo y con personajes gratificantes al igual que otros actores de su generación como James Stewart o Henry Fonda. Hablamos por tanto de típico héroe americano.

Su carrera comenzó en tiempos difíciles, corría la mitad de los años cuarenta y en Norteamérica nos e hablaba de otra cosa de la guerra que asolaba al mundo una guerra que en un principio se veía relativamente lejana, pero que el devenir de los acontecimientos  los introdujo de lleno en lo que a posteriori se conocería como la II guerra mundial. Una época por lo tanto difícil para un joven actor que quería despuntar en Hollywood, una  de sus primera películas fue incluso cine derivado a exaltar el ánimo de un pueblo decaído con ganas de buenas noticias con un filme patriótico ambientado precisamente en la contienda de título “Días de gloria” (1944).


Gregory Peck tuvo la gran suerte de llamar la atención de uno de los grandes como Hitchcock que fascinado por la presencia y personalidad del hasta entonces relativamente desconocido actor lo incluye como protagonista en uno de sus grandes éxitos como fue “Recuerda” (1945). Hitckcock que precisamente volvería contar por segunda y definitiva vez con Peck en la menor “El proceso Paradine” dos años más tarde.


Luego llegaron un serie de películas sobre el oeste, otro género de sus predilectos, que finalizaron con un obra maestra del género como lo fue Duelo al sol” (1946) con uno de los finales más desgarradores e inolvidables no solo del género en sí, sino ya englobándolo dentro de la historia del séptimo arte. Otro western reseñable, sin llegar a cotas del anterior, durante esta época también fue “Cielo amarillo” (1948), basado libremente en “La tempestad” de Shakespeare.


En los cincuenta su fama ya era contrastada, así  luce cinemascope en la bíblica “David y Betsabé” (1951) y en la famoso y espectacular “Las nieves del Kilimanjaro” (1952) excelente drama romántico con unos exteriores impresionantes.


Durante esa época Peck también es testigo de la eclosión de una nueva estrella, en 1953 se prepara una comedia romántica ambientada en las calles de Roma que contaba con Peck como galán y con un desconocida jovencita que respondía al nombre de Audrey Hepburn para el papel femenino el resultado una excelente película, “Vacaciones en Roma”, el debut de una de las más grandes actrices de Hollywood y una amistad que duraría toda la vida.


Su siguiente gran éxito fue una de las películas de aventuras más recordadas de todos los tiempos, basándose en la obra de Herman Melville , interpreta al capitán Ahab en su continua lucha con el animal marino más famoso de todos los tiempos, con permiso de Flipper, la inmensa ballena blanca “Moby dick” (1956).


Los éxitos se siguen sucediendo pero Peck sigue fiel a su imagen la de hombre recto y de fuertes convicciones que sigue fiel siempre en su empeño y así sigue prestando su imagen a monumentales westerns como “Horizontes de grandeza” (1958), “La conquista el oeste” (1962) o  la posterior “Círculo de fuego” (1972) de Hathaway.


De la misma forma y tatl y como comenzó en este mundillo sigue interpretando papeles bélicos, generalmente ambientas en la segunda guerra mundial, que aunque ya se vía relativamente lejana seguía congregando de forma masiva al gran público en las salas de cine. Así lo podemos ver en una obra maestra de género como lo fue “Los cañones de Navarone” (1961), en la menor “La hora final” (1959), concienciando sobre un hipotético holocausto nuclear o ya en su madurez interpretando a “MacArthur, el general rebelde” (1977).



En los sesenta, concretamente en 1962 llegan lo que a la postre serían sus dos últimos grandes éxitos. En uno interpreta al que fue elegido recientemente por los norteamericanos como su héroe favorito de séptimo arte, a un luchador Atticus Finch en la adaptación de la novela de Harper Lee “Matar a un ruiseñor” papel que además le granjeó su único Oscar y en otro aparece como atemorizado padre de familia en el excelente thriller “El cabo del terror”.


Su madurez le ofrece algún que otro papel relevante como el de “La profecía” (1976) toda una obra de culto de género de terror la intrigante “Los niños del Brasil” (1978) o su regreso y despedida del western con “Gringo viejo” (1989).



De sus últimas apariciones antes de su muerte en 2003 destacan dos pequeños homenajes en forma de aparición en remakes o versiones de éxitos pretéritos suyos. El primero fue con “El cabo del miedo” en donde su papel lo interpreta Nick Nolte que escapa de un De Niro que lo atemoriza incluso más que en su época lo hiciera Robert Mitchum con el propio Peck o también con una versión de “Moby Dick” para la televisión que sería además la última aparición de Gregory Peck en la gran pantalla, corría el año 1998.

domingo, 28 de octubre de 2012

Escenas míticas IV




De nuevo una sección que a este paso va a convertirse en todo un clásico del blog. Una nueva selección de escenas míticas que a lo largo de estos más de cien años nos ha ido dejando el séptimo arte.

Bambi (1942) – Uno de los grandes clásicos de la factoría Disney que nos deja uno de lo momentos más desgarradores de la infancia de todo niño. La muerte de la madre de Bambi.


007 contra el Doctor No (1962) – Fue la primera chica Bond y una de la más recordadas, quien no se acuerda sino de la inolvidable aparición de Ursula Andrews en una paradisíaca playa únicamente ataviada con un sugerente biquini. Hasta el mismísimo James Bond sucumbió al momento a sus encantos…


Dos hombres y un destino (1969) – Inolvidable escena de las mejores películas de una gran pareja cinematográfica como Newman y Redford. De fondo la siempre recordada “Raindrops keep falling on my head”, compuesta para la película y hoy todo un clásico de las BSO.


Padrino (1972) – Cualquier cinéfilo que se precie podría sacar varias escenas de esta fenomenal trilogía en este caso vamos a centrarnos en la muerte del Don Vito, con el se iba el patriarca y la familia debería dar un vuelco si pretendía seguir dirigiendo el crimen organizado con mano dura.


Karate Kid (1984) – Un gran clásico de la infancia de muchos. Dar cera, pulir cera…


Big (1988)Tom Hanks disfrutaba como un niño grande en unos famosos almacenes neoyorkinos a ritmo de un gran piano


Terminator 2: El jucio final (1991) – Gran taquillazo de “Arnie” superando incluso a su predecesora y eso que siempre dicen que segunda partes nunca fueron buenas…pues Terminator 2 parece ser la excepción que confirma a toda regla.


¡Liberad a Willy! (1994) – Película dirigida al público infantil que pasaría al olvido de no ser por una de las escenas más parodiadas y recordadas del cine reciente.


La vida es bella (1997) – Genialidad de Begnini con esta película antibelicista que logró un éxito rotundo a finales de los noventa y na de las frases más tiernas jamás recordadas.


El proyecto de la bruja de Blair (1999) – Arriesgado filme de terror que sorprendió a todos con su originalidad, pese a su bajo presupuesto, demostrando que el talento siempre gana al dinero (aunque este siempre ayude). Aquí su escena más recordada en versión original.


viernes, 26 de octubre de 2012

François Truffaut


François Truffaut pasa por ser una de las cabezas más visibles de la nouvelle vague, todo un movimiento que allá por los años sesenta revitalizó el cine francés y mundial y que junto a otros compañeros y amantes del cine como el consiguieron cambiar el rumbo del cine para siempre.

La figura de Truffaut no solo es admirada en el cine francés, sino que sirve de estudio y modelos alo largo de todo el planeta todo un ejemplo de cómo hacer cine desde el cine, gracias a una excelente formación y conocimiento cinematográfico que lo llevó a de dar el paso desde crítico y escritor a director e incluso actor, llegando a firmar muchas de las obras claves en el devenir moderno del séptimo arte.

La fama de Truffaut empezó en llegando a los sesenta al abrigo de la revista “Cahiers du cinema” aun hoy en activo y considerada la Biblia del séptimo arte. El y otra serie de intelectuales amantes del séptimo arte hastiados de un cine cada vez más monótono se deciden a dar el paso de ponerse detrás de la cámara y plasmar sus ideas y conceptos en celuloide. Como resultado una de las más brillantes filmografías jamás conseguida que a continuación pasamos a repasar.

Su primer largometraje ya es toda un obra maestra del cine con “Los cuatrocientos golpes” (1959) ofrece todo un ejemplo de cine social en una de las obras cumbres del movimiento de la nouvelle vague a la vez que inicia una relación profesional con Jean Pierre Léaud su verdadero alter ego del ante de las cámaras.


Su gran conocimiento del cine norteamericano y su admiración por autores como Preminger, Fuller o Hitchcock lo llevan a firmar un thriller que a posteriori se antojaría excelente y no tendría nada que envidiar a los grandes títulos de estos autores. Con “Tirad sobre el pianista” (1960) Truffaut seguía asombrando al mundo y demostrando que lo suyo no era un éxito pasajero y que había empezado este periplo para quedarse entre los más grandes.


“Jules y Jim” (1961) es de nuevo un regreso a sus raíces sociales, al amor adolescente y callejero con una Jeanne Moreau encantadora resulta  todo un homenaje a París y una nueva obra maestra del autor y del movimiento de la nouvelle vague.


Tras estas tres primeras obras que rayan la perfección continúa la peculiar historia de Antoine Doinel comenzada con “Los cuatrocientos golpes” con  “Antoine et Colette” (1962)  y asume su papel más intimista con “La piel suave” (1964) una sencilla historia que asombra precisamente por eso, por su sencillez.


Su continua evolución y si versatilidad le permiten hacer un alto en el camino y enrolarse en un proyecto más relacionado con la ciencia ficción que con otra cosa. Truffaut se decide a adaptar la novela de Bradbury “Fahrenheit 451” (1966) ambientada en un hipotético futuro en donde la lectura y el acceso a la cultura era algo totalmente elitista.


De nuevo el thriller llama la curiosidad del director y así firma otra de sus obras más relevantes: “La novia vestía de negro” (1967), que como el mismo Tarantino reconoce toda un inspiración para su afamada “Kill Bill”.


Mientras su obra evoluciona, Truffaut sigue contando esta pequeña intrahistoria de Antoine Doinel, su tercera entrega llega en 1968 con “Besos robados” con un Doinel ya adulto, que sigue siendo interpretado por Jean Piere Léaud y en 1970 narra sus peripecias en el matrimonio con “Domicilio conyugal”.


1970 también fue el año de “El pequeño salvaje” impactante película a caballo con el documental centrada en el famoso caso del niño salvaje de Aveyron que tanto asombró a la sociedad y al mundo científico desde el día de su descubrimiento.


El cine histórico es abordado con “Las dos inglesas y el amor” (1971), drama romántico ambientado en un París de principio de siglo XX y con el posterior “El diario íntimo de Adela H.” (1975), relatando ficticiamente los amores de la hija de Víctor Hugo.


Su otra obra cumbre de esta época y una de las más reconocidas es un gran homenaje al mundo del cine que el director tanto admiraba. “La noche americana”, título en referencia a la técnica utilizada por medio de filtros polarizados en las cámaras a fin de rodar escenas nocturnas, utilizadas por el cine norteamericano, resulta todo un tributo a la industria del cine. Es la magia del cine visto desde dentro del mismo cine y con ella se alza con el Oscar a mejor película de habla no inglesa.


La última etapa de su obra le sirve para cerrar por fin la historia de Doinel con “El amor en fuga” (1977), con Doinel replanteándose su vida tras su divorcio, temática similar a “El amante del amor” (1977) otro de sus éxitos postreros popularizado en norteamérica por el remake de Blake Edwards.


Y en los ochenta con la muerte ya rondando rueda “El último metro” (1980) todo un homenaje que dignifica en mundo y la labor de los actores y actrices de teatro y “Vivamente en domingo” (1983) su despedida del mundo del cine, ya que poco después y de manera repentina un tumor cerebral nos alejaba para siempre y de manera precipitada uno de los mayores talentos que ha dado el mundo del cine moderno. Con Truffaut se fue no solo un gran director sino un gran amante del mundo del cine.


miércoles, 24 de octubre de 2012

Cine bélico: La guerra de Vietnam



Superadas dos guerras mundiales y en plena época del pacifismo los Estados Unidos, en contra de la opinión de buena parte de su población, se vuelven a enrolar en un conflicto bélico en su denostada lucha en contra del comunismo añadiendo así un eslabón más a la guerra fría llevada en contra de la Unión Soviética y todo lo que representase al comunismo.

El caso es que prácticamente de la noche a la mañana los Estados Unidos mandan tropas al otro lado del Pacífico a fin de dirimir una guerra civil en un país asiático que respondía al nombre de Vietnam, país hasta aquel desconocido para la mayoría de habitantes de un gigante que se intentaría establecer allí como juez y parte y que finalmente volvería escaldado. 

La guerra se llevó a cabo como una especie guerra de guerrillas, no se produjo la clásica contiende de formaciones de ejércitos sino que todo se llevó a cabo en una especie de escaramuzas entre distintos batallas y destacamentos a fin de terminar con los nidos del denominado Viet Cong.

Lo peculiar de su orografía, sus tupidas y exuberantes junglas y lo duro de un clima extremadamente caluroso y húmedo junto al extraordinario conocimiento del Viet Cong del territorio y su gran capacidad de sacrificio hicieron que lo que se preveía una tarea relativamente fácil se fuese alargando en el tiempo hasta que en 1975, casi diez años desde su llegada al país oriental el ejercito de los Estados Unidos se ve obligado a abandonar la misión, siendo hasta el momento la primera y única vez que fueron sometidos a tal deshonroso desenlace.

Con la llegada de la guerra de Vietnam el cine bélico norteamericano se nutrió de nuevas historias y aventuras que sustituyesen las que llevaban siendo contadas durante años sobre las dos guerras mundiales. Sin embargo a tenor de la gran cantidad de ejemplos, este era un cine más comprometido, que sin desdeñar el conflicto bélico reflejado en las muchas misiones que han sido llevadas al cine, se centraba más en la influencia de tal barbarie en la conciencia humana. En cómo los horrores de la guerra pueden pervertir hasta la más amueblada de las mentes.

Guerra de guerrillas

“Apocalypse now” (1979) – Auténtica obra de culto no solo del conflicto vietnamita, sino del cine en general, una obra de las más destacadas de Coppola, junto a su trilogía del padrino, para mostrarnos in situ los auténticos horrores de la guerra representados por la locura de un Brando que nos ofrecía uno de sus últimos grandes papeles.


“Acorralado” (1982)John Rambo todo un personaje mítico que encumbró a Stallone más allá de Rocky es también el protagonista de una saga ambientada en las encrucijada de las selvas vietnamitas.


“Platoon” (1986) – Otra de las películas destacadas del género bélico que relata las peripecias de un regimiento de jóvenes trasladado a un lejano país a defender una ideología que muchos ni siquiera compartían.


“La colina de la hamburguesa” (1987) – En un guerra de guerrillas como lo fue la vietnamita la importancia de cada bastión o escondite era vital para el devenir de la misma. Vidas puestas en juego por el control de una simple colina a fin de ir minado la capacidad de rival en la contienda


“Good morning Vietnam” (1987) – El conflicto visto a través de los ojos de Robin Williams, todo un narrador que agolpe de radio intenta animar el difícil día a día a cientos de jóvenes a la vez que informa del devenir de la contienda.


“Corazones de hierro” (1989) – La difícil línea entre lo que diferencia el bien del mal muchas veces es estrecha y difusa y otras, pese a lo precario de la situación resulta evidente. El problema es saberse enfrentar en minoría a algo que sabes a ciencia cierta que no está bien. Eso le pasa a un soldado recién llegado a la selva vietnamita que ve el enemigo en quien nuca sospecharía.


“Tigerland” (2000) – El filme nos sirve para ver el reclutamiento, férreo entrenamiento y posterior puesta en escena de un grupo de soldados pare entrar en el conflicto vietnamita. Un mundo en donde el honor y el prestigio en lo más importante a defender.


“Cuando éramos soldados” (2002) – Otro relato épico de la contienda vietnamita. En este caso un grupo de soldados abandonados a su suerte para hacer frente al viet cong, mucho más organizado y numeroso.


Daños colaterales

“El cazador” (1979) – La primera película en mostrar los efectos de la guerra en los excombatientes. Arriesgada propuesta de un profundo carácter antibelicista y toda una obra maestra del género encabezada por un gran reparto.


“La chaqueta metálica” (1987) – Otra de las obras maestras del género de mano del genial Kubrick. Muestra dos partes diferenciadas, el reclutamiento y brutal entrenamiento y la puesta en escena ya en suelo vietnamita de un grupo de jóvenes que aprenden a sobrevivir de la manera más cruel.


“Nacido el cuatro de julio” (1989) – Basado en un personaje real, Oliver Stone nos muestra a través de un convincente Tom Cruise, la cruzada personal de un excombatiente por poder volver a estar en paz consigo mismo desde un conflicto que lo dejó profundamente marcado y a sus firmes hasta entonces convicciones tambaleándose y pugnando en contra de la situación


“Jacknife” (1989) –Siguiendo la estela del anterior filme presenta a otros dos veteranos de guerra que repasan sus vidas desde el conflicto y meditan sobre la suerte y los hechos acontecidos en un lugar tan remoto y que tanto marcó su existencia.


“Bienvenido a casa” (1989) – Veinte años después de finalizar el conflicto un desaparecido en combate vuelve entre los muertos a una sociedad muy cambiada en la que tendrá que luchar por volver a ser aceptado y olvidar el pasado.


La guerra de Independencia americana

La guerra de secesión

La guerra de Irak


domingo, 21 de octubre de 2012

Sean Penn


A día de hoy Sean Penn ha pasado de ser un prometedor y polémico joven a ser uno de los más reconocidos y premiados actores del Hollywood actual, que de hecho puede presumir de empezar consolidar un carrera detrás de la cámara que lo convierte en un actor y director comprometido y con las ideas muy claras.

Lejos queda ya aquel díscolo joven debutante en películas hoy encumbradas por muchos en una especie de culto como “Aquel excitante curso” (1982) o que formaba pareja con la también provocadora Madonna en “Shangai surprise” (1986), película sin pena ni gloria pero que acabó con la pareja protagonista llevando su relación más allá de las cámaras, controvertida situación que duró prácticamente cuatro años.


Su primer papel relevante vino en “Nunca fuimos ángeles” (1989) como un convicto que se asociaba a Robert De Niro a fin de poder llevar una fuga un tanto particular en el remake del clásico de Michael Curtiz. Por la época también rompe su relación con Madonna uniéndose con la también actriz Robin Wright, con la que igual que con la reina del pop coincidiría en un película, en este caso “El clan de los irlandeses”.


Su primer gran éxito vino de la mano de Tim Robbins (tras la cámara) y su mujer Susan Sarandon (como actriz principal) en el drama carcelario “Pena de muerte” (1995), papel que le valió su primera nominación a los Oscar y que también atrajo la atención de un joven y arriesgado director como David Fincher para contar con el en lo que a la postre sería otro de sus éxitos dentro de su filmografía un envolvente y sorprendente thriller en forma de macabro juego que respondía al nombre de “The game” (1997).


En los noventa también se le puede ver acompañando al infierno a Jennifer López en “Giro al infierno” de Oliver Stone, enfangado en plena guerra de Vietnam en “La delgada línea roja” (1999) y obteniendo su segunda nominación a los Oscar de manos de Woody Allen en “Acuerdos y desacuerdos” (1999).



El cambio de siglo y milenio lo afronta con mucho más trabajo así sigue en lo más alto del candelero con trabajos como en de un retrasado mental en “Yo soy Sam” (2001) que de nuevo lo postula de camino al Oscar y sobre todo “Mistic river” (2003) excelente thriller de Clint Eastwood con el que por fin se lleva el gato al agua logrando su primera estuílla como mejor actor.


Ya con un Oscar bajo el brazo su fama aumenta lo que le da la oportunidad de asentarse por fin en una dura y muchas veces efímera industria en la que ya no se lo ve como un joven provocador sino como un actor consagrado que a base de trabajo y compromiso social se labra un lugar importante dentro de la meca del cine. Así le llueven proyectos como “La interprete” (2005) el último trabajo de Sydney Pollack. Un thriller ambientado en la sede de las Naciones Unidas. Dentro de un trasfondo político son también dos de sus siguientes trabajos destacados, ambos están basados en personajes reales uno en de un solitario hombre que desilusionado con su vida planea en asesinato de Nixon en “El asesinato de Richard Nixon” y otro en el de el primer político abiertamente homosexual que pretendía regentar cargo público en los Estados Unidos en “Mi nombre es Harvey Milk” (2008), historia que le acercó su segundo y definitivo Oscar hasta la época.


De su labor tras la cámara, algo con lo que ya comenzó en 1991 con “Extraño vínculo de sangre” destaca su labor con actores reconocidos como Jack Nicholson al que dirigió en dos ocasiones (“Cruzando la oscuridad” y “El juramento”) o Robert de Niro con el quién espera un estreno en 2013. Del mismo modo también destaca su marcado carácter social siendo uno de los directores colaboradores en el proyecto posterior al fatídico 11S “11´9´´01” o llevando a la pantalla la asombrosa historia de un joven que decide abandonar la comodidad de su vida para embarcarse a los desconocido totalmente solo en “Hacia rutas salvajes” (2007).



Sea como fuere y a base de mucho trabajo y entrega hoy por hoy Sean Penn es uno de los actores más versátiles, comprometidos y reconocidos del panorama cinematográfico y todo ello con una carrera que se supone que aun le va a deparar muchos más éxitos a tenor de cómo la ha estado gestionando.