Pronto muy pronto llegará a las pantallas una nueva versión de una de las obras más conocidas de Victor Hugo"Los miserables". Lo especial de este nuevo estreno no es su excelente reparto encabezado por Hugh Jackman y Rusell Crowe en los papeles masculinos y las jóvenes Anne Hatheway y Amanda Seyfried secundando a Helena Bonham Carter en los femeninos, sino por que ya pasara años atrás con "Mamma mia" es una adaptación del musical que tantos años lleva causando furor en los teatros más prestigiosos de todo el mundo lo que lo hace quizá más apetecible y particular, asi que todos los amantes del género tenemos una cita dentro de poco tiempo con esta nueva y esperada versión de una de las obras capitales de la literaturta mundial.
Hablar de Gregory Peck es hablar de un actor de Hollywood clásico
especialmente apreciado por compañeros y público. Peck es ese hombre tímido,
pero de carácter férreo, todo un luchador de clases que siempre sabe defender
al más necesitado con aplomo, muchos de sus papeles así lo corroboraron
convirtiéndolo no solo en uno de los actores con una carrera más longeva sino
en uno de los más queridos por el gran público, un persona noble, sin
escándalos privados, sabedor de su trabajo y con personajes gratificantes al igual
que otros actores de su generación como James Stewart o Henry Fonda. Hablamos
por tanto de típico héroe americano.
Su carrera comenzó en tiempos difíciles, corría la mitad de
los años cuarenta y en Norteamérica nos e hablaba de otra cosa de la guerra que
asolaba al mundo una guerra que en un principio se veía relativamente lejana,
pero que el devenir de los acontecimientoslos introdujo de lleno en lo que a posteriori se conocería como la II guerra mundial. Una época por lo tanto difícil para un joven actor que quería
despuntar en Hollywood, unade sus
primera películas fue incluso cine derivado a exaltar el ánimo de un pueblo
decaído con ganas de buenas noticias con un filme patriótico ambientado
precisamente en la contienda de título “Días de gloria” (1944).
Gregory Peck tuvo la gran suerte de llamar la atención de
uno de los grandes como Hitchcock que fascinado por la presencia y personalidad
del hasta entonces relativamente desconocido actor lo incluye como protagonista
en uno de sus grandes éxitos como fue “Recuerda” (1945). Hitckcock que
precisamente volvería contar por segunda y definitiva vez con Peck en la menor
“El proceso Paradine” dos años más tarde.
Luego llegaron un serie de películas sobre el oeste, otro
género de sus predilectos, que finalizaron con un obra maestra del género como
lo fue “Duelo al sol” (1946) con uno de los finales más desgarradores e
inolvidables no solo del género en sí, sino ya englobándolo dentro de la
historia del séptimo arte. Otro western reseñable, sin llegar a cotas del
anterior, durante esta época también fue “Cielo amarillo” (1948), basado
libremente en “La tempestad” deShakespeare.
Durante esa época Peck también es testigo de la eclosión de
una nueva estrella, en 1953 se prepara una comedia romántica ambientada en las
calles de Roma que contaba con Peck como galán y con un desconocida jovencita
que respondía al nombre de Audrey Hepburn para el papel femenino el resultado
una excelente película, “Vacaciones en Roma”, el debut de una de las más
grandes actrices de Hollywood y una amistad que duraría toda la vida.
Su siguiente gran éxito fue una de las películas de
aventuras más recordadas de todos los tiempos, basándose en la obra de Herman
Melville , interpreta al capitán Ahab en su continua lucha con el animal marino
más famoso de todos los tiempos, con permiso de Flipper, la inmensa ballena
blanca “Moby dick”(1956).
De la misma forma y tatl y como comenzó en este mundillo
sigue interpretando papeles bélicos, generalmente ambientas en la segunda guerra mundial, que aunque ya se vía relativamente lejana seguía congregando de
forma masiva al gran público en las salas de cine. Así lo podemos ver en una
obra maestra de género como lo fue “Los cañones de Navarone” (1961), en la
menor “La hora final” (1959), concienciando sobre un hipotético holocausto
nuclear o ya en su madurez interpretando a “MacArthur, el general rebelde” (1977).
En los sesenta, concretamente en 1962 llegan lo que a la
postre serían sus dos últimos grandes éxitos. En uno interpreta al que fue
elegido recientemente por los norteamericanos como su héroe favorito de séptimo
arte, a un luchador Atticus Finch en la adaptación de la novela de Harper Lee
“Matar a un ruiseñor” papel que además le granjeó su único Oscar y en otro
aparece como atemorizado padre de familia en el excelente thriller“El cabo del terror”.
De sus últimas apariciones antes de su muerte en 2003
destacan dos pequeños homenajes en forma de aparición en remakes o versiones de
éxitos pretéritos suyos. El primero fue con “El cabo del miedo” en donde su
papel lo interpreta Nick Nolte que escapa de un De Niro que lo atemoriza
incluso más que en su época lo hiciera Robert Mitchum con el propio Peck o
también con una versión de “Moby Dick” para la televisión que sería además la
última aparición de Gregory Peck en la gran pantalla, corría el año 1998.
De nuevo una sección que a este paso va a convertirse en
todo un clásico del blog. Una nueva selección de escenas míticas que a lo largo
de estos más de cien años nos ha ido dejando el séptimo arte.
Bambi (1942) – Uno de los grandes clásicos de la factoría
Disney que nos deja uno de lo momentos más desgarradores de la infancia de
todo niño. La muerte de la madre de Bambi.
007 contra el Doctor No (1962) – Fue la primera chica Bond y
una de la más recordadas, quien no se acuerda sino de la inolvidable aparición
de Ursula Andrews en una paradisíaca playa únicamente ataviada con un sugerente
biquini. Hasta el mismísimo James Bond sucumbió al momento a sus encantos…
Dos hombres y un destino (1969) – Inolvidable escena de las mejores
películas de una
gran pareja cinematográfica como Newman y Redford. De fondo la siempre recordada “Raindrops keep falling on my head”,
compuesta para la película y hoy todo un clásico de lasBSO.
Padrino (1972) – Cualquier cinéfilo que se precie podría
sacar varias escenas de esta fenomenaltrilogía en este caso vamos a centrarnos
en la muerte del Don Vito, con el se iba el patriarca y la familia debería dar
un vuelco si pretendía seguir dirigiendo el crimen organizado con mano dura.
Karate Kid (1984) – Un gran clásico de la infancia de
muchos. Dar cera, pulir cera…
Big (1988) –Tom Hanks disfrutaba como un niño grande en unos
famosos almacenes neoyorkinos a ritmo de un gran piano
Terminator 2: El jucio final (1991) – Gran taquillazo de
“Arnie” superando incluso a su predecesora y eso que siempre dicen que segunda
partes nunca fueron buenas…pues Terminator 2 parece ser la excepción que
confirma a toda regla.
¡Liberad a Willy! (1994) – Película dirigida al público
infantil que pasaría al olvido de no ser por una de las escenas más parodiadas
y recordadas del cine reciente.
La vida es bella (1997) – Genialidad de Begnini con esta
película antibelicista que logró un éxito rotundo a finales de los noventa y na de las frases más tiernas jamás recordadas.
El proyecto de la bruja de Blair (1999) – Arriesgado filme
de terror que sorprendió a todos con su originalidad, pese a su bajo
presupuesto, demostrando que el talento siempre gana al dinero (aunque este
siempre ayude). Aquí su escena más recordada en versión original.
François Truffaut pasa por ser una de las cabezas más
visibles de la nouvelle vague, todo un movimiento que allá por los años sesenta
revitalizó el cine francés y mundial y que junto a otros compañeros y amantes
del cine como el consiguieron cambiar el rumbo del cine para siempre.
La figura de Truffaut no solo es admirada en el cine
francés, sino que sirve de estudio y modelos alo largo de todo el planeta todo
un ejemplo de cómo hacer cine desde el cine, gracias a una excelente formación
y conocimiento cinematográfico que lo llevó a de dar el paso desde crítico y
escritor a director e incluso actor, llegando a firmar muchas de las obras
claves en el devenir moderno del séptimo arte.
La fama de Truffaut empezó en llegando a los sesenta al
abrigo de la revista “Cahiers du cinema” aun hoy en activo y considerada la
Biblia del séptimo arte. El y otra serie de intelectuales amantes del séptimo
arte hastiados de un cine cada vez más monótono se deciden a dar el paso de
ponerse detrás de la cámara y plasmar sus ideas y conceptos en celuloide. Como
resultado una de las más brillantes filmografías jamás conseguida que a
continuación pasamos a repasar.
Su primer largometraje ya es toda un obra maestra del cine
con “Los cuatrocientos golpes” (1959) ofrece todo un ejemplo de cine social en
una de las obras cumbres del movimiento de la nouvelle vague a la vez que
inicia una relación profesional con Jean Pierre Léaud su verdadero alter ego
del ante de las cámaras.
Su gran conocimiento del cine norteamericano y su admiración
por autores como Preminger, Fuller o Hitchcock lo llevan a firmar un thriller
que a posteriori se antojaría excelente y no tendría nada que envidiar a los
grandes títulos de estos autores. Con “Tirad sobre el pianista” (1960) Truffaut
seguía asombrando al mundo y demostrando que lo suyo no era un éxito pasajero y
que había empezado este periplo para quedarse entre los más grandes.
“Jules y Jim” (1961) es de nuevo un regreso a sus raíces
sociales, al amor adolescente y callejero con una Jeanne Moreau encantadora
resultatodo un homenaje a París y una
nueva obra maestra del autor y del movimiento de la nouvelle vague.
Tras estas tres primeras obras que rayan la perfección
continúa la peculiar historia de Antoine Doinel comenzada con “Los
cuatrocientos golpes” con“Antoine et Colette” (1962)y asume su papel más
intimista con “La piel suave” (1964) una sencilla historia que asombra
precisamente por eso, por su sencillez.
Su continua evolución y si versatilidad le permiten hacer un
alto en el camino y enrolarse en un proyecto más relacionado con la ciencia
ficción que con otra cosa. Truffaut se decide a adaptar la novela de Bradbury“Fahrenheit 451” (1966) ambientada en un hipotético futuro en donde la lectura y el acceso a la
cultura era algo totalmente elitista.
De nuevo el thriller llama la curiosidad del director y así
firma otra de sus obras más relevantes: “La novia vestía de negro” (1967), que
como el mismo Tarantino reconoce toda un inspiración para su afamada “Kill Bill”.
Mientras su obra evoluciona, Truffaut sigue contando esta
pequeña intrahistoria de Antoine Doinel, su tercera entrega llega en 1968 con
“Besos robados” con un Doinel ya adulto, que sigue siendo interpretado por Jean
Piere Léaud y en 1970 narra sus peripecias en el matrimonio con “Domicilio conyugal”.
1970 también fue el año de “El pequeño salvaje” impactante
película a caballo con el documental centrada en el famoso caso del niño
salvaje de Aveyron que tanto asombró a la sociedad y al mundo científico desde
el día de su descubrimiento.
Su otra obra cumbre de esta época y una de las más
reconocidas es un gran homenaje al mundo del cine que el director tanto
admiraba. “La noche americana”, título en referencia a la técnica utilizada por
medio de filtros polarizados en las cámaras a fin de rodar escenas nocturnas,
utilizadas por el cine norteamericano, resulta todo un tributo a la industria
del cine. Es la magia del cine visto desde dentro del mismo cine y con ella se
alza con el Oscar a mejor película de habla no inglesa.
La última etapa de su obra le sirve para cerrar por fin la
historia de Doinel con “El amor en fuga” (1977), con Doinel replanteándose su
vida tras su divorcio, temática similar a “El amante del amor” (1977) otro de
sus éxitos postreros popularizado en norteamérica por el remake de Blake
Edwards.
Y en los ochenta con la muerte ya rondando rueda “El último metro” (1980) todo un homenaje que dignifica en mundo y la labor de los actores
y actrices de teatro y “Vivamente en domingo” (1983) su despedida del mundo del
cine, ya que poco después y de manera repentina un tumor cerebral nos alejaba
para siempre y de manera precipitada uno de los mayores talentos que ha dado el
mundo del cine moderno. Con Truffaut se fue no solo un gran director sino un
gran amante del mundo del cine.
Superadas dos guerras mundiales y en plena época del
pacifismo los Estados Unidos, en contra de la opinión de buena parte de su
población, se vuelven a enrolar en un conflicto bélico en su denostada lucha en
contra del comunismo añadiendo así un eslabón más a la guerra fría llevada en
contra de la Unión Soviética y todo lo que representase al comunismo.
El caso es que prácticamente de la noche a la mañana los
Estados Unidos mandan tropas al otro lado del Pacífico a fin de dirimir una
guerra civil en un país asiático que respondía al nombre de Vietnam, país hasta
aquel desconocido para la mayoría de habitantes de un gigante que se intentaría
establecer allí como juez y parte y que finalmente volvería escaldado.
La guerra se llevó a cabo como una especie guerra de
guerrillas, no se produjo la clásica contiende de formaciones de ejércitos sino
que todo se llevó a cabo en una especie de escaramuzas entre distintos batallas
y destacamentos a fin de terminar con los nidos del denominado Viet Cong.
Lo peculiar de su orografía, sus tupidas y exuberantes
junglas y lo duro de un clima extremadamente caluroso y húmedo junto al
extraordinario conocimiento del Viet Cong del territorio y su gran capacidad de
sacrificio hicieron que lo que se preveía una tarea relativamente fácil se
fuese alargando en el tiempo hasta que en 1975, casi diez años desde su llegada
al país oriental el ejercito de los Estados Unidos se ve obligado a abandonar
la misión, siendo hasta el momento la primera y única vez que fueron sometidos
a tal deshonroso desenlace.
Con la llegada de la guerra de Vietnam el cine bélico
norteamericano se nutrió de nuevas historias y aventuras que sustituyesen las
que llevaban siendo contadas durante años sobre las dos guerras mundiales. Sin
embargo a tenor de la gran cantidad de ejemplos, este era un cine más
comprometido, que sin desdeñar el conflicto bélico reflejado en las muchas
misiones que han sido llevadas al cine, se centraba más en la influencia de tal
barbarie en la conciencia humana. En cómo los horrores de la guerra pueden
pervertir hasta la más amueblada de las mentes.
Guerra de guerrillas
“Apocalypse now” (1979) – Auténtica obra de culto no solo
del conflicto vietnamita, sino del cine en general, una obra de las más
destacadas de Coppola, junto a su trilogía del padrino, para mostrarnos in situ
los auténticos horrores de la guerra representados por la locura de un Brando
que nos ofrecía uno de sus últimos grandes papeles.
“Acorralado” (1982) – John Rambo todo un personaje mítico
que encumbró a Stallone más allá de Rocky es también el protagonista de una
saga ambientada en las encrucijada de las selvas vietnamitas.
“Platoon” (1986) – Otra de las películas destacadas del
género bélico que relata las peripecias de un regimiento de jóvenes trasladado
a un lejano país a defender una ideología que muchos ni siquiera compartían.
“La colina de la hamburguesa” (1987) – En un guerra de
guerrillas como lo fue la vietnamita la importancia de cada bastión o escondite
era vital para el devenir de la misma. Vidas puestas en juego por el control de
una simple colina a fin de ir minado la capacidad de rival en la contienda
“Good morning Vietnam” (1987) – El conflicto visto a través
de los ojos de Robin Williams, todo un narrador que agolpe de radio intenta
animar el difícil día a día a cientos de jóvenes a la vez que informa del
devenir de la contienda.
“Corazones de hierro” (1989) – La difícil línea entre lo que
diferencia el bien del mal muchas veces es estrecha y difusa y otras, pese a lo
precario de la situación resulta evidente. El problema es saberse enfrentar en
minoría a algo que sabes a ciencia cierta que no está bien. Eso le pasa a un
soldado recién llegado a la selva vietnamita que ve el enemigo en quien nuca
sospecharía.
“Tigerland” (2000) – El filme nos sirve para ver el
reclutamiento, férreo entrenamiento y posterior puesta en escena de un grupo de
soldados pare entrar en el conflicto vietnamita. Un mundo en donde el honor y
el prestigio en lo más importante a defender.
“Cuando éramos soldados” (2002) – Otro relato épico de la
contienda vietnamita. En este caso un grupo de soldados abandonados a su suerte
para hacer frente al viet cong, mucho más organizado y numeroso.
Daños colaterales
“El cazador” (1979) – La primera película en mostrar los
efectos de la guerra en los excombatientes. Arriesgada propuesta de un profundo
carácter antibelicista y toda una obra maestra del género encabezada por un
gran reparto.
“La chaqueta metálica” (1987) – Otra de las obras maestras
del género de mano del genial Kubrick. Muestra dos partes diferenciadas, el
reclutamiento y brutal entrenamiento y la puesta en escena ya en suelo
vietnamita de un grupo de jóvenes que aprenden a sobrevivir de la manera más
cruel.
“Nacido el cuatro de julio” (1989) – Basado en un personaje
real, Oliver Stone nos muestra a través de un convincente Tom Cruise, la
cruzada personal de un excombatiente por poder volver a estar en paz consigo
mismo desde un conflicto que lo dejó profundamente marcado y a sus firmes hasta
entonces convicciones tambaleándose y pugnando en contra de la situación
“Jacknife” (1989)
–Siguiendo la estela del anterior filme presenta a otros dos veteranos de
guerra que repasan sus vidas desde el conflicto y meditan sobre la suerte y los
hechos acontecidos en un lugar tan remoto y que tanto marcó su existencia.
“Bienvenido a casa” (1989) – Veinte años después de
finalizar el conflicto un desaparecido en combate vuelve entre los muertos a
una sociedad muy cambiada en la que tendrá que luchar por volver a ser aceptado
y olvidar el pasado.
A día de hoy Sean Penn ha pasado de ser un prometedor y
polémico joven a ser uno de los más reconocidos y premiados actores del
Hollywood actual, que de hecho puede presumir de empezar consolidar un carrera
detrás de la cámara que lo convierte en un actor y director comprometido y con
las ideas muy claras.
Lejos queda ya aquel díscolo joven debutante en películas
hoy encumbradas por muchos en una especie de culto como “Aquel excitante curso” (1982) o que formaba pareja con la también provocadora Madonna en “Shangai surprise” (1986), película sin pena ni gloria pero que acabó con la pareja
protagonista llevando su relación más allá de las cámaras, controvertida
situación que duró prácticamente cuatro años.
Su primer papel relevante vino en “Nunca fuimos ángeles” (1989) como un convicto que se asociaba a Robert De Niro a fin de poder llevar
una fuga un tanto particular en el remake del clásico de Michael Curtiz. Por la
época también rompe su relación con Madonna uniéndose con la también actriz
Robin Wright, con la que igual que con la reina del pop coincidiría en un película,
en este caso “El clan de los irlandeses”.
Su primer gran éxito vino de la mano de Tim Robbins (tras la
cámara) y su mujer Susan Sarandon (como actriz principal) en el drama
carcelario “Pena de muerte” (1995), papel que le valió su primera nominación a
los Oscar y que también atrajo la atención de un joven y arriesgado director
como David Fincher para contar con el en lo que a la postre sería otro de sus
éxitos dentro de su filmografía un envolvente y sorprendente thriller en forma
de macabro juego que respondía al nombre de “The game” (1997).
El cambio de siglo y milenio lo afronta con mucho más
trabajo así sigue en lo más alto del candelero con trabajos como en de un
retrasado mental en “Yo soy Sam” (2001) que de nuevo lo postula de camino al
Oscar y sobre todo “Mistic river” (2003) excelente thriller de Clint Eastwood
con el que por fin se lleva el gato al agua logrando su primera estuílla como mejor
actor.
Ya con un Oscar bajo el brazo su fama aumenta lo que le da
la oportunidad de asentarse por fin en una dura y muchas veces efímera
industria en la que ya no se lo ve como un joven provocador sino como un actor
consagrado que a base de trabajo y compromiso social se labra un lugar
importante dentro de la meca del cine. Así le llueven proyectos como “La interprete” (2005) el último trabajo de Sydney Pollack. Un thriller ambientado
en la sede de las Naciones Unidas. Dentro de un trasfondo político son también
dos de sus siguientes trabajos destacados, ambos están basados en personajes
reales uno en de un solitario hombre que desilusionado con su vida planea en
asesinato de Nixon en “El asesinato de Richard Nixon” y otro en el de el primer
político abiertamente homosexual que pretendía regentar cargo público en los
Estados Unidos en “Mi nombre es Harvey Milk” (2008), historia que le acercó su
segundo y definitivo Oscar hasta la época.
De su labor tras la cámara, algo con lo que ya comenzó en
1991 con “Extraño vínculo de sangre” destaca su labor con actores reconocidos
como Jack Nicholson al que dirigió en dos ocasiones (“Cruzando la oscuridad” y
“El juramento”) o Robert de Niro con el quién espera un estreno en 2013. Del
mismo modo también destaca su marcado carácter social siendo uno de los
directores colaboradores en el proyecto posterior al fatídico 11S“11´9´´01” o
llevando a la pantalla la asombrosa historia de un joven que decide abandonar
la comodidad de su vida para embarcarse a los desconocido totalmente solo en
“Hacia rutas salvajes” (2007).
Sea como fuere y a base de mucho trabajo y entrega hoy por
hoy Sean Penn es uno de los actores más versátiles, comprometidos y reconocidos
del panorama cinematográfico y todo ello con una carrera que se supone que aun
le va a deparar muchos más éxitos a tenor de cómo la ha estado gestionando.