Meses atrás repasábamos uno de los géneros por excelencia
del cine familiar; el cine de capa y espada, un cine de aventuras, de eterna
lucha entre el bien y el mal y de ensalzamiento de importantes valores como la
amistad, la nobleza o el honor entre otros, si bien es cierto que por no
complicar demasiado el post lo dejábamos algo huérfano entablando una segunda
parte para más adelante centrada en subgénero tan rico en películas como
interesante dentro del cine de capa y espada como es el cine de piratas y corsarios.
Pues he aquí el momento de centrarnos en batallas marinas, abordajes a fuerza
de cañonazos y mucho empeño, patas de palo y parches en el ojo y especial
predilección por el ron y las canciones marineras. Desde aquí un pequeño
homenaje a los piratas que tantas buenas tardes de cine nos han hecho pasar.
El cine de piratas ya se viene abordando desde la época muda
así nos es raro a ver grandes estrellas de estos tiempos en la piel de
malvados, bravucones o incluso simpáticos piratas como el caso de Harold Lloyd,
Wallace Beery o el héroe de acción por antonomasia del cine de acción de la
época como Douglas Fairbanks en una película que viene a sentar las bases y
estereotipos del cine de piratas como es una de las primeras versiones de “El pirata negro” (1926) de Albert Parker
Con la llegada del sonoro hablar de piratas, así como de
cualquier otro héroe de acción, es hablar de Errol Flynn. Su buen hacer en la
exitosa “El capitán Blood” (1935), “El halcón del mar” (1940) ambas de Michael
Curtiz o “La isla de los corsarios” (1952) de George Sherman, aquí ya más
veterano y con un vida desenfrenos detrás de el, así lo constatan.
Otros dos actores que sin incurrir mucho en este género,
tienen mucho que agradecer al cine de piertas. Burt Lancaster, quien con “El temible burlón” (1952) obtiene uno de sus primeros grandes éxitos y Tyrone
Power que siempre será recordado por su impecable papel en “El cisne negro” (1942) de Henry King.
Como curiosidades también nos vale que hasta el mismísimo
rey de las praderas del oeste se atreve a hacer una incursión como corsario, de
la que por otra parte sale airoso, y es que “Piratas del mar del caribe” (1942)
de Cecille B. DeMille resulta, sin ser de sus título más destacados ni mucho
menos, una película interesante dentro del largo recorrido de John Wayne por el
mundo del cine. Y si curioso es el caso de Wayne, digno de mención es también
el Jean Peters, puesto que salta a la fama como la primera mujer pirata digna
de mención del cine con la exitosa cinta de Tourneur “La mujer pirata” (1951) .
Dentro del cine clásico aun podemos seguir encontrando
alguna cinta más digna de mención como la famosa “El capitan Kidd” (1945) con
un excelente Charles Laughton, “El pirata barbanegra” (1952) de Raoul Walsh o a
otro galán que se desenvolvía la perfección espada en mano como Stewart Granger
en “Los contrabandistas de Moonfleet” (1955) de Fritz Lang.
Cita a parte merecen grandes clásicos como “Peter pan” que
toca bastante de lleno el mundo de los piratas y que su versión más conocida
pasa por ser la de Disney o un clásico de la literatura universal como “La isla
del tesoro” de Robert L. Stevenson con sus múltiples versiones cinematográficas
siendo una de las más destacadas precisamente una de sus primeras adaptaciones
como la que en 1934 corría cargo de Victor Fleming con Jackie Cooper y Wallace
Beery (como el archifamoso “Long” John Silver) como cabeza de reparto.
El cine contemporáneo también nos ha dado ciertas películas
de renombra a fin de incluir en el post como en el caso de la exitosa en su día
“Piratas” (1986) de Polanski, pero sobre todo por el reciente fenómeno masas
“Piratas del caribe”, serie de películas (que ya espera su quinto estreno) en
las que Johnny Deep (o lo que es lo mismo su alter ego en la pantalla Jack Sparrow)
hace las delicias tanto de niños como de adultos.
Saliéndonos un poco del contexto de la pantalla grande. Su hermana pequeña también ha ido creando a lo largo de los años series relacionadas con el tema corsario de diversa índole y con distinta suerte. Es el caso de la estupenda adaptación animada del clásico de Salgari “Sandokan”, el fenómeno derivado del anime “One piece” y en el otro extremo el reciente y calamitoso intento por parte de Telecinco en España por aprovechar el tirón de “Piratas del Caribe” con una serie que pretendía seguir su esencia, pero que a parte de convertirse en un fracaso televisivo muy alejado de las altas cotas de espectadores esperados, resulta casi un insulto a los valores llevados a cabo a lo largo de tantos años y aventuras dentro de este género tan exitoso.
A disfrutar en familia y.... !!!!!Al abordaje piratas¡¡¡¡¡
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