Todas ellas comparten andanzas en
mundo mágicos en busca del amor verdadero (casi siempre de sangre real), son
puestas a prueba por maleficios, encantamientos, confinamientos y toda clase de
sortilegios que ponen a prueba su tenacidad y pureza, pero ellas siempre salen
victoriosas y son prácticamente las inventoras del final feliz “made in
Disney”. Ellas son las que conocemos como princesas Disney.
Blancanieves (“Blancanieves y los siete enanitos”)
La primera y quizá más reconocida
de todas ellas. Vence al encantamiento de su malvada madrastra gracias a la
ayuda de los famosos siete enanitos y sobre todo al beso salvador del príncipe
que le muestra la senda del amor verdadera despertándola de su letargo.
Cenicienta (“Cenicienta”)
Cansada de limpiar fogones y
abrillantar suelos vive tristemente a bajo el látigo de su malvada madrastra y
ala sombra de sus perversas hermanastras. Gracias a la ayuda de su hada madrina
consigue colarse en la fiesta del reino y encandila al príncipe, el cual a
partir de ese instante no cesa en su empeño de encontrarla. Un famoso zapato de
cristal tiene la culpa del final feliz de esta historia.
Aurora (“La bella durmiente”)
O ese el nombre que recibe la
mundialmente conocida bella durmiente y es que esta jovencita sufre un sortilegio
de una malvada bruja, la cual al verse traicionada por los reyes (que le
prometen a su primogénita) decide confinar a la pobre Aurora a un sueño eterno
gracia a la ayuda de una mágica rueca. Huelga decir que aparece el bello
príncipe de turno y consigue despertar a la jovencita de su letargo.
Ariel (“La sirenita”)
Muchos años tienen que pasar
hasta sumar un nuevo miembro a la real lista. Ariel es una princesa especial,
puesto que es una princesa del mundo subacuático. Un buen día en una de sus incursiones
por la superficie se enamora perdidamente del príncipe de turno. Sirena y
hombre y hombre y sirena se verán obligados a sobrellevar sus diferencias a
favor del amor.
Bella (“La bella y la bestia”)
Bella nos muestra que lo
importante no es el físico. Ella se enamora del interior al sentirse atraída
por la huraña y rubicunda bestia. El final parece volver a lo mismo pues la
recompensa con un bello príncipe encantado bajo el aspecto de una bestia a la
espera del amor verdadero.
Jasmine (“Aladdín”)
Toda una hija de un sultán de la
que se enamora perdidamente Aladdín y que gracias a su lámpara mágica, habitada
por el genio, consigue liberar del malvado Jaffar y la vez granjearse no solo
su amistad sino su amor eterno.
Pocahontas (“Pocahontas”)
Basada en un personaje real es la
hija del jefe de un poblado indígena de Norteamérica que ha de amoldarse a las
nuevas costumbres de los colonizadores europeos. Ahí descubrirá que hay hombres
buenos y malos y el verdadero significado del amor.
Mulán (“Mulán”)
Si Jasmine se ubicaba en Oriente
medio y Pocahontas en lo que hoy es Norteamérica, nuestra siguiente heroína es
oriental y es que pese a ser un guerrera que se casa con un general y no haber
rastro de sangre real por sus venas, Disney la incluye en su famosa lista de
princesas, será por eso de la globalización.
Tiana (“Tiana y el sapo”)
Tras otra gran espera, esta
descendiente de esclavos de Nueva Orleáns alcanza la realeza y el amor después
de un largo periplo transformada junto a su amado príncipe en batracio a través
de los lúgubres pantanos de esta zona de Norteamérica.
Rapunzel (“Enredados”)
Con Rapunzel se da un giro de
tuerca al concepto de princesa. Esta es un princesa guerrera y luchadora que no
se amedrenta con brujas o despiadados caballeros y que finalmente consigue
volver al reino de donde no debió salir nunca gracias a al ayuda de un
bravucón, que acabará convirtiéndose en su príncipe azul.
Mérida (“Brave”)
Princesa atípica al romper el
canon establecido por Disney a lo largo de la historia. Al ser una princesa
independiente y que se maneja a las mil maravillas en un mundo de hombre con un
deje hasta incluso masculino. Por ello fue muy criticada su inclusión en la
lista, puesto que Disney la estiliza y feminiza todo lo posible a fin de sacar
provechos comerciales, algo que le trae alguna serie de problemas con grupos
feministas.
Anna y Elsa (“Frozen: El reino de hielo”)
Estas dos hermanas son las
últimas adquisiciones hasta el momento a la lista oficial. Juntas han de luchar
en contra de la maldición que condena a su reino al invierno eterno.
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