Uno de los temas más recurrentes del cine de ciencia ficción
es el del contacto con la vida extraterrestre. Este género juega con la
hipótesis de vidas inteligentes que de forma más o menos belicosa acaban por
establecer contacto con los terrícolas, es decir con nosotros.
Este tipo de género nace con el propio cine reconocidas son
la cintas y los cortos de Méliès con extraños seres provenientes de la luna y
otros planetas y que quizá queden perfectamente representadas en la imaginería
colectiva con su obra cumbre “Viaje a la luna” (1902)
Ya en los años cincuenta, marcados por la guerra fría y la
continua carrera aeroespacial por demostrar la supremacía en el insondable
universo de los astronautas norteamericanos o los cosmonautas soviéticos, se
ven ejemplos de invasión alienígena. Son entretenidas películas de serie B como
“Ultimátum a la tierra” (1951) o “La invasión de los ladrones de cuerpos” (1956),
muestras en blanco y negro de las primeras y belicosas interacciones
cinematográficas de vida inteligente en el planeta tierra.
El verdadero boom del género llega prácticamente en los años
ochenta con el inicio de sagas ya revisadas en el blog como las de “Depredador”
o “Alien” , fenómeno revisionado recientemente para el cine con su precuela
“Prometheus” (2012).
Sin embargo se producen a su vez películas capaces de no solo surgir como un referente en el género,
sino incluso como grandes títulos de la historia del cine, hablamos de cintas
como “Encuentros en la tercera fase” (1977) o “ET: el extraterrestre” (1982),
ambas de Spielberg, siempre muy ligado al fenómeno extraterrestre como más
adelante demostraría con su versión de “La guerra de los mundos” (2005) de H.G
Wells.
En los noventa gracias a la creciente industria de los
efectos especiales, cada vez más perfeccionada, los directores se permiten
fantasear con la aniquilación del mundo un título clave en esta década es
“Independence day” (1996) apocalíptico filme de lucha sin tregua por defender
la tierra de la invasión alienígena que encumbra definitivamente a Will Smith
como emergente estrella cinematográfica. Un Will Smith que curiosamente prestaría
su imagen a otro éxito dentro de este tipo de cine como lo fue en su día “Men in black” (1997), recientemente transformada ya en trilogía.
En los noventa surgen todo tipo de títulos y sagas
ambientadas en el fenómeno extraterrestre. Es la década de “Species” (1995),
“Starship trooper” (1997) o de “Mars attacks!” (1996), hilarante comedia negra
en una rara incursión de Tim Burton en este género.
Con el nuevo milenio llegan nuevos títulos como “Señales” (2002)
de mano de un Shyamalan, que se encontraba por aquel entonces en lo más alto de
su fama, grandes producciones como la cuanto menos controvertida “Cowboys & Aliens” (2011) o incluso de incursiones del cine de animación como “Monstruos contra alienígenas” (2009)
Aunque el gran fenómeno en cuento a cine de extraterrestres
de los último años ha sido “Avatar” (2009) espectacular estreno, a la espera de
sus secuelas, que explota los nuevos y sorprendentes efectos visuales derivados
de una industria ya totalmente informatizada con un mundo y unos personajes
totalmente creados por ordenador.
Un género por lo tanto con marcada presencia en el pasado,
de gran importancia en el cine reciente y a buen seguro con un impecable futuro
por delante.
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