lunes, 2 de enero de 2012

El fin del mundo según el cine


Estrenamos año y llegamos ya al controvertido y apocalíptico 2012. Se lleva tiempo diciendo que, según el antiguo y asombrosamente exacto calendario maya, estamos en el fin de los tiempos. Un calendario que marca en rojo el año que nos toca vivir, ¿Reinicio o simplemente fin?. Filosófica pregunta que hasta los más escépticos se plantearon en alguna ocasión.

Como dicen que hombre precavido vale por dos, repasemos el cine para hallar prepararnos ante posibles acontecimientos apocalípticos.

El cambio climático:

Con el paso del tiempo al hacerse patente la importancia de este hecho en el planeta tierra comenzó a ser abordado con más frecuencia como posible fin de la totalidad de la vida en la faz de la tierra. Ya en los noventa Kevin Costner vivía en un mundo asolagado de agua tras el deshielo de los polos en “Waterworld” y desde unos años a esta parte Roland Emmerich y sus grandes efectos especiales viene concienciándonos del potencial peligro que entraña el tan comentado cambio climático en 2004 con El día de mañana” (sobre una glaciación que deja a Nueva York sumida en el caos) y en 2009 con la precisamente profética  “2012”



El espacio exterior

El universo es infinito, y como infinito que es miles y miles de planetas, planetoides y corpúsculos orbitan en él. La Tierra y su gravedad es un posible foco para asteroides y meteoritos, que como se supone que pasó hace millones de años, en cualquier momento pueden colisionar con ella y provocar un cambio total del sistema de vida que coexiste en ella. Un tema manidamente tratado en el  cine ya desde finales de los 70 con “Meteoro” de Ronald Neame o ya en los noventa con las taquilleras “Deep impact” de Mimi Leder y “Armaggedon” de Michael Bay (ambas de 1998) o la más reciente “Black hole” de Justin Jones (2007).



La situación de la tierra

Es decir, todos sabemos donde habitamos: en un planeta que orbita en la vía láctea alrededor de una estrella miles de ves más grande, que tiene fecha de caducidad, muy futura, pero al fin y al cabo fecha. En eso se basa Alex Proyas para exterminarnos en 2008 a base de radiaciones solares en “Señales de futuro”.

Otro dato es que debemos tener en cuenta es que vivimos sobre un planeta en su superficie sólido, pero de un núcleo incandescente que en cualquier momento puede desatar el cataclismo (“El núcleo” de Jon Amiel [2003])

  
Invasión alienígena

Como ya comentamos el universo es infinito y con ello las posibilidades de encontrar más vida inteligente crece. Pero y ¿Si esa vida fuese más avanzada y hostil?.  Pregunta ya formulada y expuesta en el cine desde los cincuenta (“Ultimátum a la tierra” de Robert Wise) o producciones realizadas para dar rienda suelta a efectos especiales como “Independence day” de Emmerich (1996), la adaptación de Spielberg de “La guerra de los mundos” de H.G. Wells en 2009 la reciente y estrambótica “Cowboys & aliens” de Jon Favreau.



Epidemias globales

Otras manera de acabar con la raza humana son la epidemias globales apocalípticas en la que la raza humana quedaba convertida en una serie  de vampiros-zombies para desgracia de Will Smith en “Soy leyenda” de Francis Lawrence (2007), extraños síndromes como la ceguera universal de la adaptación de la excelente novela de Saramago “Ensayo de una ceguera” (“A ciegas” de Fernando Meirelles [2008)]) o virus mutados que se extienden de manera devastadora (“Estallido” de Wolfgang Petersen [1994])


Varias opciones por lo tanto que nos viene legando el cine para poder elegir la “mejor” manera de acabar con el mundo. El tiempo dirá si es en 2012 o lo dejamos para más adelante.

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