Dos formas de entretenimiento, dos formas de arte, tan distintas, pero a la vez tan iguales, el caso es que cine y música vienen convergiendo y solapándose prácticamente desde la aparición del primero. Todo ello dio pie a un importante género como los musicales, a las cada vez más importantes bandas sonoras como elemento narrativo de una película, a muchos y buenos artistas que hicieron sus pinitos a ambos lados y a cientos de biopics basados en el género musical. El caso que nos acompaña es curioso, si bien nadie discute el buen hacer de los Beatles instrumentos en mano (llegando a ser reconocido como una de los mejores grupos de la historia de la música, sino el que más), el cuarteto de Liverpool también destaco en su faceta interpretativa, en su mayor parte enfocada a dar aun mas lustre publicitario si cabe a sus excelentes discos.
Más allá del rotundo éxito cosechado a lo largo del mundo en los sesenta, algo sin precedentes hasta aquella época. La grandeza de los Beatles viene dada por su trascendencia en una época en donde la cultura y la sociedad se hallaban inmiscuidas en un cambio generacional e ideológico a parte de su adaptación a los tiempos. Hoy los Beatles, camino del medio siglo de su disolución, a siguen siendo tanto o más populares que por aquel entonces.
La colaboración de los Beatles con el mundo del cine se resume a cinco películas, a lo largo de seis años, todas ellas relacionadas con la promoción de sus discos.
A Hard Day's Night (1964) de Richard Lester
Su primera y quizá mejor incursión el mundo del cine viene de la mano de Richard Lester, con quien repetirían más adelante. En lo que viene a ser denominado por muchos como uno de los mejores falsos documentales sobre el mundo de la música y un auténtico precursor en cuanto a una industria tan importante actualmente como la de los videoclips musicales.
Help! (1964) de Richard Lester
Primera aparición del grupo en color. En esta rocambolesca persecución a lo largo del ancho mundo protegiendo un misterioso anillo de Ringo. Fue la segunda colaboración con Richard Lester.
Magical mystery tour (1967) de los Beatles
En principio la idea surgió como un especial para la BBC llegando más tarde al cine y recibiendo una fría acogida. El caso es que esta atípica road movie ha sabido envejecer bien y es a día de hoy considerada una película de culto.
Yellow submarine (1969) de los Beatles
Quizá su película más famosa y reconocible. Una fantasía animada surgida de los propios interesados, en donde su submarino amarillo surca psicodélicos mundos, tratando de escapar de unos seres que odian la música. Todo ello aderezado con el ritmo de sus canciones. Para 2012 se espera un ansiado remake de Zemeckis en 3-D de la cinta
“Let it be” (1970) de Michael Lindsay-Hogg
Documental sobre la grabación de lo que a la postre sería el último trabajo del mítico grupo. La película ganó el Oscar a mejor canción, recogido por Paul McCartney.
All together now (2008) de Adrian Wills
Mucho después de su época dorada, y ya con dos de ellos fallecidos. El grupo ve como sale a la luz la última de sus películas. Se trata de una colaboración de los Beatles y el Cirque du soleil.
Pese a que su aportación se ciñe simplemente a estos seis títulos. Los Beatles y el cine forman un binomio que lleva dando excelentes frutos como “Backbeat”(1994) de Ian Softley, narrando los turbulentos comienzos de la banda por tugurios de Hamburgo, el impresionante musical rodado en Liverpool con canciones del grupo “Across the universe” de Julie Taymor de 2008, las más “exóticas” “Yesterday” de 1985 y 1988 de nacionalidad polaca y Búlgara respectivamente, “El asesinato de John Lennon” (2007) de J.P. Shaefer, con un irreconocible Jared Leto como Mark Gordon Chapman o la más reciente “Nowhere boy” (2009) de Sam Taylor Wood, que gira en torno a la adolescencia de Lennon y los orígenes del grupo. Unos pocos ejemplos que viene a reflejar la importancia del grupo de Liverpool, no solo en el cine, sino en la sociedad actual.
Finalizando y al margen de todo el cine que gira en torno a su vida y faceta musical cabe destacar como anécdota el papel de Ringo como actor, más bien por hobbie, en un puñado de películas, apareciendo, entre otras apariciones estrambóticas, como en una versión de Alicia en el país de las maravillas, como hijo de Drácula o quizá en su más recordada “Caveman” (1981).
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