Pese a ser un total desconocido para muchos a su relativa
escasa influencia en el cine actual la década de los setenta estuvo marcada por
el nacimiento de una nueva
corriente cinematográfica: el
blaxploitation.
Este género de peculiar nombre nace en los suburbios de las
grandes ciudades norteamericanas y todo ello con un claro carácter de
reivindicación racial. Bebedor de movimientos como el “black power” o los
“panteras negras”, defiende la posición del público afroamericano ante un cine
hecho por blancos y para blancos.
El blaxploitation pretendía ser un género rompedor. La
exaltación de un poder cada vez más emergente tanto en los EEUU como en el
resto del mundo. No olvidemos que la asidua aparición de actores negros en los
filmes de Hollywood no era algo muy común hasta los años cincuenta y quizá con
la excepción de
Sydney Poitier (sin duda el primer gran actor de raza negra)
todos ello relegados a papeles secundarios. No olvidemos incluso que en la
época muda los papeles de hombres negros eran increíblemente representados por
hombres blanco tiznados de esperpéntica forma con betún.
Así pues esta fulgurante aparición de un género fresco y
urbano tiene como características los repartos conformados con actores
afroamericanos, una estética peculiar (pantalones de campana, ropa y atuendos
llamativos y pelo afro), el gusto por las persecuciones y sobre todo bandas
sonoras muy cuidadas siempre a ritmo de funk y soul.
El punto de partida llega con la adaptación a la gran
pantalla de la obra de Chester Himes
“Cotton comes to Harlem” , una historia
ambientada en el famoso barrio de
Nueva York que traza todas las
características de este nuevo género.
“Foxy Brown” (1974) fue
Pam Grier, sin duda el gran icono
del movimiento, que incluso años después es rescatada ni más ni menos por
Tarantino para su
“Jackie Brown” (1998), todo un homenaje al género por el que
el controvertido director dice sentir admiración.
Si hasta todo un icono del
cine de terror como
Drácula se
une a la causa y el que Blacula o
“Drácula negro” fascina a todos y pronto se
convierte en película de culto y es que pocas veces vemos a este personaje
caracterizado con pelo afro y grandes patillas.
Un género por tanto en auge en los años setenta, años de
cambio, de nuevas ideas e ideologías, que con el paso del tiempo fue poco a
poco en el olvido y que hoy aquí queremos rendir un pequeño homenaje para
reconocer su aportación al mundo del séptimo arte.