viernes, 17 de agosto de 2012

El futuro visto por el cine


Una de las eternas dudas del ser humano es dar formar al futuro, poder prever con unos parámetros más o menos fiables lo que nos depararán los tiempos, comprender el continuo desarrollo tecnológico y no solo imaginarnos un hipotético mundo futuro sino poder disfrutarlo de una manera tangible. Eso a día de hoy es totalmente imposible, sin embargo el cine nos lleva ofreciendo hipótesis prácticamente desde que es cine. He aquí algunos ejemplos:

Ya desde “Metropolis” (1927) de Fritz Lang se preconizó un futuro en donde las máquinas y los hombre debería aprender a convivir. Más adelante el películas como  “Yo robot” (2004), “Blade Runner” (1982) de Scott o “Inteligencia artificial” (2001) así se corrobora.



Hay visiones mucho más pesimistas en lo que es entendido como el cine post apocalíptico, es decir un futuro concebido en una tierra árida y casi desértica tras diversos e hipotéticos cataclismos que nos llevan a un futuro cuanto menos incierto. Esta versión se sustenta con títulos como “Mad max”, "Matrix” (1999), “Soy leyenda” (2007) o “El planeta de los simios” (1968).


Una mezcla entre ambas concepciones bien puede ser la famosa saga de “Terminator” ambientada en un futuro apocalíptico en donde los humanos lucharán por subsistir luchando contra las máquinas, toda una crítica al avance tecnológico.


La selección genética es otro de los puntos que más crea controversia en la actualidad el temas es tratado en profundidad en películas como “Gattaca” (1997) o “La isla” (2005) en donde solo la sociedad elitista tiene acceso a una dotación genética avanzada, lejos de enfermedades y discapacidades.


El cine también diseñó un futuro opresivo en donde la gente vive alineada no solo por la perfección genética como vimos con anterioridad sino por otro tipo de necesidades que se vuelven privilegio de unos pocos como el tiempo en “In time” (2011) o el acceso a la sabiduría de los libros en “Fahrenheit 451”(1966).


Otro sueño visionario de todo aquel que se plantea hacerse una idea de nuestro futuro son las ciudades: megalópolis que sortean la superpoblación mundial con altísimos rascacielos que las convierten en una especie de ciudades flotantes con un tráfico infernal, y un caos aparentemente organizado. Ciudades retratadas por el cine en películas como “El quinto elemento” (1997) o “Minority report” (2002).


Si a día de hoy presumimos de globalización el cine futurista tampoco se queda corto al hacer hincapié en ello. Un planeta poblado de seres de distintas galaxias que coexisten pacíficamente como si de compañeros se tratase eso si siempre viene tener a los “Men in black” por si alguno se le olvida lo que es el pacifismo en el que la gente acude a la realidad virtual para aderezar su existencia como en el caso de “Desafío total” (1990) o más recientemente en “Origen” (2010).


Lo único que podemos tener seguro es que solo el paso de los años nos hará ver si todas estas predicciones y visiones son aproximadas o si hemos divagado demasiado a la hora de imaginarnos un futuro cinematográfico, de todos modos siempre le podemos preguntar a Marty McFly que es todo un experto en esto de viajar al futuro.


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