Tim Burton resulta ser un tipo raro en Hollywood. Un director que pese hacer un cine al margen de lo “establecido” por los grandes estudios, posee una amplia filmografía y goza de un reconocido prestigio, tanto entre compañeros como entre su fiel público.
El cine de Burton, es un cine que se pude definir como de autor, con unas pautas comunes que rigen su trabajo a lo largo de su carrera. Es un cine heredero del expresionismo alemán, con alargados y retorcidos escenarios; un cine heredero de los grandes clásicos de terror, de los Drácula o los Frankenstein de Browning o de Whale, del cine bizarro, que el mismo relató en el biopic de Ed Wood (1994). Un cine fetichista, que incluye a actores (Johnny Depp), actrices (su mujer Helena Boham Carter) e incluso compositores (como su eterno colaborador Danny Elfman). Un cine lleno de fábulas que destilan ese romanticismo tan a al amoda en el siglo XVIII; cuentos mágicos, repletos de personajes fascinantes.
Tim Burton nace a finales de los cincuenta en Burbank (California), ya desde muy pequeño muestra su ambivalencia, mostrando gran interés en el dibujo y la pintura y el cine, sobre todo en las películas de serie B de bajo presupuesto de ciencia ficción y terror.
Sus capacidades con el pincel y sus interés y conocimiento del mundo del cine le abren las puertas de la Disney como aprendiz de animación. Su peculiar manera de ver la realidad no se adapta a la empresa y decide comenzar a rodar por su cuenta. Corren lo ochenta y empiezan a aparecer los primeros cortos de Tim Burton. Se trata “Vincent”(1982) (en honor a su idolatrado Vincent Price, que dobla el corto) y un homenaje a Frankenstein con “Frankewenie” (1984) (en el que anda enfrascado últimamente para estrenar otra versión del mismo, pero ya en largometraje)
El primer largometraje de Tim Burton es “Beetlejuice” (1988), una especie de fantasma egoísta (Michael Keaton), contratado para ahuyentar a los nuevos inquilinos de una gótica mansión. La película resulta un éxito, tanto que hasta se produce una serie animada para el personaje.
El prematuro éxito le dio la oportunidad de poder rodar dos películas, que comenzarán la serie de Batman (de nuevo interpretadas por Michael Keaton). El caso es que “Batman” (1989) y “Batman vuelve”(1992) , resultan hasta la época las mejores versiones de este conocido superhéroe. Un Gotham oscuro y lúgubre, en donde cualquier esquina puede parecer un foco de peligro.
En medio de estas dos versiones, Burton aun tiene tiempo para rodar una de las películas que a día de hoy más se recuerdan de el. Una fábula romántica de inadaptación que lanza al estrellato a un joven Jonnhy Depp, en la primera de las muchas colaboraciones de este exitoso binomio. Se trata de “Eduardo manostijeras” (1990).
Los noventa los dedica a homenajear sus tan añoradas películas de serie B. Películas como el biopic ya citado de “Ed Wood” (1994) (considerado como el peor director de cine de toda la historia) y su especial versión en clave de humor negro de las películas de ciencia-ficción de bajo coste con “Mars Attacks!” (1996), películas que por otro lado dejan al público indiferente.
Para cerrar el siglo, Burton cambie de tercio y vuelve a sus orígenes. A ese romanticismo de siglos pasados, de páramos lúgubres y oscuros, de historias misteriosas y llenas de fantasía. Rescata un relato y rueda “Sleepy Hollow”, la leyenda del jinete sin cabeza que atemoriza a todo un condado.
Con el nuevo siglo llega lo que hasta ahora es su mayor batacazo. A Burton se le encarga un remake del film de culto “El planeta de los simios”, y pese a lograr captar la esencia, la película dista mucho de su predecesora.
Ajeno a tanta crítica, Burton prosigue con lo que mejor sabe hacer: películas. “Big fish” (2003), una historia llena de ilusión e imaginación desbordante y una nueva y exitosa versión de un clásico de la literatura infantil “Charlie y la fábrica de chocolate” (2005) en el regreso de Johnny Depp tras un parón de dos películas sin aparecer.
Entre sus últimos trabajos se incluye otro de sus grandes éxitos: “La novia cadáver” (2005), su primera película animada (si bien ya había participado como productor en “James y el melocotón gigante” y “Pesadilla antes de navidad” [en esta también como guionista], ambas de Henry Selik), junto a el oscuro remake del cine mudo “Sweeney todd” (2007) y la estupenda adaptación del clásico de Lewis Carroll “Alicia en el país de las maravillas” (2010).
Últimamente Burton anda enfrascado en el remake de una de sus series favoritas (“Sombras tenebrosas”) y en la nueva y remozada versión de “Frankewenie”, ambas se estrenan en 2012, así que nos espera año de Tim Burton.
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