martes, 4 de junio de 2013

Shirley Maclaine



Con Shirley Maclaine repasamos la figura de una de las actrices más longevas y reconocidas del panorama actual.  Comenzó en el mundo del cine en el ocaso de las mayors, eso no fue óbice para su participación en obras clave del séptimo arte, hoy en día y ya frisando los ochenta años aun se la puede ver en cartelera en una serie de interpretaciones como una secundaria de lujo y a modo de genial maestra para toda una nueva generación de actores y actrices.

Su debut vino ni más ni menos que de la mano del mago del suspense. Con “Pero…¿Quién mató a Harry?” (1955), Maclaine se daba a conocer al mundo con us primer gran papel protagonista.


Su repentina fama le da pie a aparecer en alguna obra de renombre para finalizar la década de los cincuenta, o bien acompañando a Sinatra en “Como un torrente” (1958) o formando parte del gran elenco de la mejor adaptación hasta el momento de la obra de Verne “Vuelta al mundo en ochenta días” (1956).


Pero sin duda su fama llega  gracias a las comedias, en donde su sarcasmo luce mejor que el de cualquier otra. Todo ello la conduce hacia Wilder, uno de los reconocidos genios de la comedia, el cual ala une a otro comediante de primera como el histriónico Jack Lemmon, obteniendo como resultado una de las mejores comedias de todos los tiempos. “El apartamento” (1960) es una de esas cintas de visionado obligatorio para todo aquel cinéfilo que se precie. Toda una obra maestra del cine que además reporta la oportunidad a Shirley de luchar por su primer Oscar (suerte que reacaería esta vez en Liz Taylor por “Una mujer marcada”).


El devenir de la década sigue por los mismos derroteros. Comedia tras comedia con alguna excepción como el drama junto a Audrey Hepburn con tintes misóginos “La calumnia” (1961). Del género cómico destacamos otro gran éxito junto a Billy Wilder como “Irma de dulce” (1963) como otra de las obras clave tanto el a carrera del director como la de al actriz. Un prostituta de buen corazón que traerá a Lemmon de nuevo por la calle de la amargura.


Los setenta conllevan su debut en la televisión y su primera y única aparición en un western, en este caso en junto a un gran entendido en la materia como Eastwood en “Dos mulas y una mujer” (1970), sin embargo su mejor obra en esta década, un drama costumbrista de título “Bienvenido Mr.Chance” (1979),  llega ya casi finalizándola.


Con los años ochenta parece revivir un especie de segunda juventud y los éxitos pretéritos parecen volver a repetirse en su carrera a pesar de estar ya en lo cincuenta años, edad considerable para mucha actrices, lejana a su juventud tan idónea para alocados romances y más destinada a papeles secundario como madres o abuelas de los protagonistas principales. Maclaine rueda a un gran ritmo pese a su ya comentada atípica edad sin embargo todos esos título quedan a la sombra de “La fuerza del cariño” (1983), sin duda la película de ese año y la oportunidad de poder al fin alzarse con la ansiada estatuílla que tanto tiempo llevaba anhelando.


Pero no solo los ochenta son “La fuerza del cariño”, Maclaine tiene la oportunidad de seguir sumando títulos a fin de enriquecer su ya flamante filmografía. Hablamos de títulos importantes para la década como “Magnolias de acero” (1989) o “Postales desde el filo” (1990).


A raíz de los noventa su participación, en cuanto a calidad, no cantidad, comienza a bajar gradualmente y sus participaciones son cada vez más medidas, aun así importantes títulos como la nueva versión de “Embrujada” (2005) o comedias románticas del tipo “Dicen por ahí” (2005) pueden presumir de contar en su elenco con un secundaria de lujo y que ya cerca de los ochenta años se ve con fuerzas para presentar nuevo proyectos. ¡Larga vida a Shirley Maclaine!.

 

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