domingo, 3 de marzo de 2013

Johnny Depp


Ya han pasado casi treinta años desde que un joven Johnny Depp sucumbía víctima de uno de los serial killer más famosos de la historia en la primera entrega de “Pesadilla en Elm Street” (1984), desde entonces la carrera de ese desgarbado jovencito no ha dejado de prosperar hasta convertirse en todo un referente de la industria cinematográfica mundial.


Sin duda 1990 es el año clave en la carrera del joven Johnny Depp. En ese año rueda “Eduardo manostijeras”, uno de sus personajes más recordados y la primera de las muchas colaboraciones con Tim Burton como comienzo de una de las simbiosis más impresionantes de la historia del cine y que a día de hoy a punto está de llegar a la decena de colaboraciones.


Esa gran forma de iniciar la década es aprovechada por el joven actor para rodar con reputados directores, así en lo venideros años se pone a la orden del experimental John Waters en “Cry baby”, Kusturica con “El sueño de Arizona”, Lasse Hallstrom y formando una excelente pareja protagonista con Leonardo Di Caprio en ¿A quién ama Gilbert Grape? o junto a Jim Jarmusch en “Dead man”. Todo un selecto ramillete de películas que no solo le sirven de tabla de aprendizaje, sino que alzan su nombre como uno de los actores más prometedores del panorama cinematográfico de aquel momento.


A finales de los noventa ya era un reconocido actor capaz de aparecer en cintas de culto como “Miedo y asco en la Vegas” (1998) de Terry Gilliam o “Donnie Brasco” (1997) junto a otras importantes películas como la adaptación a la gran pantalla de la obra de Reverte “La novena puerta” o el regreso junto a Lasse Hallstrom en “Chocolat”.


La nueva década le da la oportunidad de interpretar a personajes míticos como Peter Pan en “Descubriendo nunca jamás” (2004),  pero sobre todo el de Jack Sparrow, ese cómico e histriónico pirata protagonista de la conocida saga del Piratas del Caribe, que para 2015 espera ni más ni menos que su quinta entrega. Estos personajes le reportan dos de sus tres nominaciones al Oscar.


Sus últimos trabajos lo refirman como un gran John Dillinger en “Enemigos públicos” (2009), un ambiguo turista o aun pendiente de estreno el eterno acompañante de un fenómeno como “El llanero solitario” (2013). El caso es que a día de hoy la carrera de Johnny Depp se encuentra en su punto más álgido de fama gracias a haber sabido elegir una perfecta combinación de mediáticos papeles con otros más arriesgados y comprometidos.



Johnny Depp y Tim Burton: La fórmula del éxito

Como comentábamos atrás de binomio Depp-Burton han venido saliendo un montón de colaboraciones que fueron capaces de enriquecer la carrera de ambos y que incluso me atrevería a decir que dichas obras son inconcebible sin la suma de talentos del director y el actor.

La primera colaboración fue la comentada y exitosa “Eduardo manostijeras”, uno solitario y gótico personaje, algo común en la filmografía de Burton, con tijeras por manos. Para continuar con el biopic homenaje, al considerado peor director de la historia “Ed Wood” (1994), todo un creador de películas de serie B y serie Z, con muy pocos medios y muy poco cuidadoso con los detalles, pero que hoy en día, y mucho en parte a esta película, está considerado todo un director de culto.


Sus dos siguientes apariciones conjuntas fueron en sendas adaptaciones para la gran pantalla de dos novelas de Washington Irving y de Roald Dahl respectivamente. En la primera de ellas nos transporta a la América profunda de finales del siglo XVIII, a donde un afamado detective es enviado para investigar misteriosos asesinatos envueltos en el misterio y el miedo colectivo de la leyenda que se funde con la realidad en “Sleepy Hollow” (1999) y la segunda resulta un remake de todo un clásico, a parte de otra colaboración con la escritora cuentos infantiles Roald Dahl. En “Charlie y la fábrica de Chocolate” (2005) se nos transporta a un mundo de fantasía e ilusión. El sueño de todo niño. Incluso en este año su relación trasciende más allá al poner voz a uno de los personajes de “La novia cadáver”, películas que el propio Burton codirige junto a Mike Johnson.


Con un adaptación de un musical de Broadway como “SweeneyTodd. El barbero diabólico”. La pareja protagonista nos envolvía de nuevo en un elegante blanco y negro, que retrataba un lúgubre Londres, pare resolver una serie de crímenes de uno de los asesinos en serie más cantarines de la historia. La historia le concede a Johnny Depp la tercera oportunidad de alzarse con la estatuílla a mejor actor, algo que aun todavía está esperando.


Sus dos últimas colaboraciones hasta el momento tiene poco en común entre si. La primera es la particular adaptación de Burton del famoso relato de Lewis Carrol “Alicia en el país de la maravillas” (2010), en donde Johnny Depp da rienda suelta a su particular histrionismo con un colorista sombrerero loco. Y la más reciente hasta el momento resulta “Sombras tenebrosas” (2012), una historia de vampiros, brujas y maldiciones que dará con un gótico Johnny Depp en nuestros días.

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